La parroquia Catia La Mar del estado Vargas, en el litoral central del país, se caracteriza por una nutrida actividad comercial y la consecuente vida agitada propia de la concentración demográfica, la más alta de la entidad con más de 80.000 habitantes.
La mayor parte de ellos han estado de espalda a una vasta extensión de terreno fértil sobre los cuales colocaron la mirada los integrantes de la comuna La Esperanza Revolucionaria, instancia que prepara proyectos agrícolas, acuícolas, pesqueros y turísticos que incluyen la transferencia al Poder Popular del Cementerio Municipal.
Estos varguenses, motivados por el Decreto de Emergencia Económica, se han planteado impulsar proyectos sobre la posibilidad de convertir a más de 40.000 hectáreas de tierra, mayormente arcillosa hacia la costa, pero muy rica montaña adentro, en una fuente de rubros alimenticios como papa, moringa, plátano, berenjena, chayota, pimentón, ají, tomate, ajoporro, cebollín, cilantro y plantas medicinales como yerbabuena, malojillo, yerbaluisa y sábila.
Conscientes de los embates de la sequía, estos varguenses tienen adelantada la instalación de tanques plásticos australianos y de concreto en los huertos que han empezado a proliferar, con una capacidad de almacenamiento inicial de 60.000 litros, para iniciar la siembra de unas 3.000 plántulas que, dentro de unos tres meses, estarán listas para su colocación en el terreno.
“Nuestro Plan de Agua para el Riego Agrícola contempla la instalación de una planta eléctrica de extracción de unos pozos naturales de agua que vienen de Carayaca. Por bombeo se alimentarán estos tanques y de ellos se realizará el riego manual, aprovechando la fuerza de la gravedad”, explicó Yuleidys Delgado, ejecutiva parlamentaria de esta comuna.
Este proyecto agrícola se ejecuta en tres fases que van de 60 a 90 días y hasta 12 meses. Como parte de los primeros pasos hacia la materialización de este sueño, ya comenzaron a cultivar junto a la población estudiantil de la escuela bolivariana La Esperanza.
Además, de este proyecto calificado como “bandera», esto varguenses se proponen incursionar en la cría de camarones de río.
“Tenemos una reserva natural en nuestra montaña que queremos desarrollar. Queremos que esto pase por un laboratorio para los detalles técnicos de la cría de la larva, llevarla a un criadero para el proceso de engorde y de allí para su consumo; ya tenemos el proyecto montado», explicó Katiuska Díaz, vocera de uno de los 18 consejos comunales que operan en esta comuna, la cual agrupa unas 7.150 familias.
Detalla que esto va a permitir emplear mano de obra de la comunidad y producir alimentos para el desarrollo endógeno.
Estos proyectos agrícolas esperan ser desarrollados de la mano con un paisajismo que invite al fomento del turismo, área sobre la cual también existen iniciativas como la de crear una ruta de montaña para el disfrute de pozos naturales de agua, ríos y una caverna con petroglifos precolombinos conocida como la Cueva del Cunaguaro.
Los proyectos pesqueros también estarán de la mano del factor turístico, en función del cual también se desarrollarán nuevas vialidades montaña adentro.