Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, reveló el interior del féretro de plomo encontrado en esa ciudad, junto a la tumba de Ricardo III, publicó este jueves la revista Amazings.
Hasta el presente, el sui géneris ataúd, que según datos forenses data del siglo XIII, hallado junto a otros 10 de madera hace tres años, no había sido abierto, ni identificado el posible ocupante.
Tras su reciente apertura, el equipo del especialista Mathew Morris, encontró en su interior el esqueleto de una anciana que, se especula, fue una de las primeras benefactoras de la abadía de Greyfriars, terminada en el año 1250.
El texto asegura que fue trabajoso localizar su emplazamiento bajo la actual geografía urbana de Leicester; de hecho, un aparcamiento de automóviles sepultaba las ruinas de la edificación.
Uno de los hallazgos más importantes durante las excavaciones fue la tumba perdida de Ricardo III (1452-1485), conocido como el rey «maldito»; el último monarca muerto en combate de Inglaterra, considerado a lo largo de cinco siglos el más sanguinario en su historia.
En 2012 arqueólogos encontraron la tumba en que reposaban sus restos, bajo el citado parqueo de autos, y en 2013 se confirmó de manera definitiva que el ocupante era el célebre personaje, que a finales de marzo será inhumado en la Catedral de Leicester.
El análisis de los huesos mediante la moderna ciencia forense ha permitido validar informaciones históricas sobre el rey, desmentir otras, y reconstruir aspectos poco claros de lo que ocurrió realmente el 22 de agosto de 1485, cuando luchó en la Batalla de Bosworth hasta su último aliento.
Por ejemplo, ahora se sabe que a Ricardo III, que solo reinó durante dos años, lo mataron por la espalda.
En 1536 Enrique VIII ordenó la disolución de conventos, abadías y monasterios, y la creación de la Iglesia Anglicana, dando lugar al Cisma de Inglaterra con la Iglesia de Roma; los propiedades fueron confiscadas y vendidas a particulares.