Hoy se conmemoran 55 años de su muerte|Briceño Iragorry nos legó su pasión por la defensa de la nacionalidad

Mario Briceño Iragorry legó a las venezolanas y venezolanos de hoy su pasión en la defensa de la nacionalidad, de los valores de la cultura venezolana y un incansable entusiasmo por el conocimiento de la historia de Venezuela, que es el mejor ejemplo para todas las generaciones.

Así lo expresó el profesor e investigador Ángel Omar García González, quien considera que Briceño Iragorry -de cuya muerte se cumplen hoy 55 años- fue uno de los más destacados historiadores venezolanos del siglo XX.

HOMBRE DE SU TIEMPO

García González expresó que Briceño Iragorry “fue un hombre de su tiempo, inmerso en las contradicciones que se desarrollaban en el país en el contexto de un mundo acechado por profundas transformaciones, y su figura debe ser valorada en esas circunstancias”.

Recordó que al escritor trujillano se le reconoce el aporte de haber incorporado al léxico político del país la palabra “pitiyanqui”, “que retrata a algunos personajes de la oposición hoy”.

“Esta palabra tiene gran vigencia histórica, porque sirve para calificar la conducta de los sectores anhelosos de modelos y soluciones distintas a las que como nación podamos alcanzar para solucionar nuestros propios problemas”, señaló, y agregó que la expresión es original del poeta puertorriqueño Luis Lloréns Torres y Mario Briceño Iragorry la incluye en una parte de su libro Aviso a los Navegantes, escrito en 1953:

“Utiliza el término para criticar una cierta conducta que comenzaba a expresarse en distintos ámbitos, según la cual, aspectos de la cultura norteamericana comenzaban a tener preeminencia sobre los nacionales. Como señalamos, Iragorry era un defensor de la cultura nacional”.

El investigador citó las propias palabras de Briceño Iragorry:

“Cuando yo he usado la palabra como determinativo de quienes irreflexivamente puedan servir al imperialismo sin mirar los perjuicios que su conducta ligera acarrea al país, lo he hecho en orden a advertir el riesgo de que nuestra nación se pueda convertir en pueblo de resignados yanquicitos. Es peligroso optar posiciones que a la postre lleguen a crear un hábito social, capaz de desfigurar nuestra integridad de pueblo. Un país como el nuestro, que ha dado en la flor de afirmar en inglés, terminará por rendir su conciencia al reclamo forastero. Chóferes de plaza, al igual de doctores pintiparados, han dejado de usar nuestros adverbios antiguos para responder yes, okay. El papiamento verbal puede tornársenos en papiamento de conciencia”. Con un agravante, diríamos, “Piti todavía es menos que petit. Pitiyanqui resulta algo así como un yanquicito, yanquito, yancuelo. Algo que pretende ser yanqui, pero que no llega jamás a serlo”.

HISPANISTA EN LO CULTURAL

Mario Briceño Iragorry desarrolló una vasta obra historiográfica, en la que destaca su afán por la defensa del elemento nacional como factor fundamental de nuestra cultura. Muestra de ello se encuentra en sus obras: Mensaje sin Destino, Tapices de Historia Patria, Aviso a los Navegantes, Dimensión y Urgencia de la Idea Nacionalista, Formación de la Nacionalidad Venezolana, entre otros.

García González señala que quienes lo adversan lo ubican como defensor del orden colonial, propiciador de la llamada “leyenda dorada” de la Colonia, que realiza una apología del dominio español en América. Al respecto aclara que “Briceño Iragorry rechazó ser defensor de la leyenda dorada, pero reconoció su filiación hispanista en cuanto a lo cultural”.

“Desde una perspectiva historiográfica, en Tapices de historia patria, el escritor e historiador trujillano propone una continuidad de la cultura venezolana que proviene desde los propios inicios de la Colonia y de la cual todos seríamos herederos”, agregó García González.

De esa manera, adversaba la postura del escritor y articulista antiintervencionista César Zumeta (1863-1955), quien acuñó la frase: “Entre la colonia y la República hay un hiato semejante al que separa al Antiguo del Nuevo Testamento”,acotó .

¿HOMBRE PROGRESISTA?

Sobre la definición de la conducta política de Briceño Iragorry, el profesor Ángel García González dijo que es “muy difícil” considerarlo un hombre progresista, “si se entiende por tal a alguien que lucha por la igualdad y la justicia social, la defensa de los más débiles y la construcción de un mundo más justo.

“Mostraba posiciones conservadoras y escribió frases compasivas como la siguiente: ‘Ayer se luchó para borrar absurdas diferencias basadas en ficticios rangos: hoy la justicia ordena luchar contra la economía anti-democrática, contra los sistemas de distribución de la riqueza que mantienen viva la esclavitud del hombre, pero entendido que queda al hombre la libertad ¿desigual? en medio de la solidaridad social”.

No obstante, García González aclaró que el historiador trujillano apoyó el proceso de apertura democrática adelantado por el general Isaías Medina Angarita, pero, como muchos otros, justificó el derrocamiento del maestro Rómulo Gallegos.

-Mario Briceño Iragorry ejerció diversos cargos como funcionario público., entre los que destacan: Secretario General de Gobierno del estado Trujillo (1927), gobernador de los estados Carabobo (1928) y Bolívar (1944); también actuó como autoridad de la Universidad Central de Venezuela, ejerciendo como Secretario de esa casa de estadios (1928) y Ministro Plenipotenciario en Centroamérica desde 1936 hasta 1941, entre otros cargos.

Texto/Mercedes Aguilar
Foto/Cortesía

EXCELENTE. DEBEMOS RESALTAR ESTOS TALENTOS QUE HICIERON PATRIA EN SU TIEMPO