Despunta nueva generación de compositores venezolanos|Concurso de la OSV premió obras sinfónicas de largo aliento

Dos de los galardonados sonríen con el diploma

Los ganadores del Concurso de Composición Antonio Estévez, convocado por la Orquesta Sinfónica de Venezuela (OSV), los nóveles Luis Ernesto Gómez (primer lugar), Jorge Castillo (segundo lugar) y Samuel Navarro (tercer lugar), hablaron de sus piezas y de las posibilidades musicales del país en el campo de la composición.

Luis Ernesto Gómez, ganador del Premio Antonio Estévez a la mejor composición sinfónica con la pieza Concierto para orquesta, es oriundo de Aragua, se licenció en la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) en música mención composición, y está terminando una maestría en música en la Universidad Simón Bolívar también en composición.

La obra de Gómez tiene una duración de 40 minutos, el límite máximo que permitía el concurso diseñado para premiar obras sinfónicas de largo aliento (la duración mínima era de 25 minutos). Explicó que la idea con esta pieza es que “se luzca la orquesta completa, que muestre su virtuosismo”.  Esta es la tercera obra de su tipo hecha por un compositor venezolano -indicó que la primera es de Antonio Estévez y la segunda es del compositor aragüeño, Luis Ochoa.

La obra se divide en cuatro movimientos. “Cada uno es un poco filosófico”, comentó Gómez.  El primero se llama “Dialéctica”, porque se contraponen dos verdades; el segundo movimiento “es un juego, es como una especie de marcha infantil, pero con cierta fuerza”, dije el compositor. El tercero es una elegía, “es un movimiento misterioso, triste, pero en cierto momento se vuelve dramático”. Y el cuarto “es una tocata rítmica, es de lucimiento, de una velocidad vertiginosa, y alterna partes rápidas con la orquesta completa con partes camerísticas (con instrumentos solistas), donde “el sonido se hace más suave, más íntimo”.

El concurso de la OSV comprendió una ronda preliminar en el que se escogieron cinco piezas y una ronda final que se celebró luego de una semana de ensayos de las obras escogidas. Para la proclamación de los ganadores se tomó en cuenta un voto colectivo con una encuesta a los músicos. Y el pasado jueves 18 se realizó el concierto con las tres piezas ganadoras, bajo la dirección de Alfredo Rugeles.

Jorge Castillo, ganador con la obra Hades poema sinfónico, es director, educador y compositor. Licenciado en Música del antiguo Instituto Universitario de Estudios Musicales (ahora Unearte) y con estudios de postgrado en la Universidad Internacional de Florida. Es profesor en la Universidad de Carabobo.

En el poema sinfónico, Castillo tomó personajes de la mitología griega, y trató de describir algunas escenas de esos mitos. De esta forma, incorporó al dios del inframundo que le da nombre a la pieza, Hades; Caronte, encargado de trasladar las almas al mundo de los muertos; el rapto de Perséfone, a quien escogió Hades para ser su compañera; el amor entre Orfeo y Eurídice y finalmente la liberación de Eurídice y su regreso al inframundo”.  Estas historias aisladas las unió Castillo para hacer el poema sinfónico, que tiene una duración de 26 minutos.

Samuel Navarro, ganador con la obra Dos imágenes cinéticas, es egresado en composición de la Escuela de Música José Ángel Lamas bajo la tutela del maestro Gerardo Gerulewicz, y se acaba de graduar en dirección con la profesora Rosa Briceño, también es percusionista,  y es docente en esa misma escuela.

“Lo más difícil para esta obra fue lograr una estructura que soporte tanto tiempo (26 minutos)”, comentó Navarro. Utilicé recursos muy visuales, planos sonoros unos superpuestos y otros contrapuestos. Entonces, empecé a jugar con eso que le dio estructura a la obra”, explicó el compositor.

Navarro viene cultivando esta forma de trabajo. Contó que emplea muchos recursos visuales para crear la música. “Mi estructura siempre ha sido narrativa y descriptiva. Para la hilación musical utilizo la expresión literaria, como si estuviera contando algo”. “Yo soy muy visual, entonces asocio los sonidos con imágenes. De hecho hay sonidos que los veo de ciertos colores”, afirmó.

Destaca el joven compositor que en este concurso “es muy satisfactorio ver que la obra nazca, porque al final el nacimiento de la obra es cuando se escucha, y tiene contacto con el público”. Agregó que la “prueba de fuego” es que se haya tocado la pieza, porque “puede ser muy bonita en papel pero no funcionar cuando la tocan”, aclaró.

EL FUTURO DE LA NUEVA MÚSICA VENEZOLANA

En opinión del compositor Jorge Castillo “hay una apertura en relación a la figura del compositor. Antes era más difícil que se tocara una obra”. Señaló que “ha habido quizá en los últimos diez años una mayor amplitud para integrar al compositor al mundo sinfónico”.

Para el joven compositor Luis Ernesto Gómez, el siguiente paso en la consolidación de la fuerza de los creadores venezolanos, que las composiciones nacionales sean tocadas afuera. Sería “un importante complemento al movimiento de orquestas que existe en el país”, acotó.

Además de los concursos, existen otros programas con los cuales se podrían ampliar los nichos laborales de los compositores venezolanos como son el encargo de obras y el compositor en residencia, figura que se aplica en otros países, en los que el músico trabaja por un tiempo determinado con alguna orquesta o institución. Indicó Gómez que algunos venezolanos han sido compositores residentes en orquestas estadounidenses.

Gómez también administra el blog Nueva Música Venezuela, una  ventana para hablar de la música criolla y promocionar la composición nacional.

T/ Florángel Gómez
F/Avelino Rodrigues