Palestinos y turistas han confluido este sábado a la plaza del Pesebre, cerca de la Basílica de la Natividad, construida en el lugar donde la tradición cristiana dice que nació Jesús de Nazaret, en la parte de la Cisjordania ocupada por el régimen de Israel y a muy pocos kilómetros de la ciudad de Al-Quds (Jerusalén).
A pesar del despliegue de las fuerzas de seguridad, en las calles del centro de Belén, el ambiente festivo domina.
Luego de una procesión, el patriarca latino, Fuad Twal, celebrará la tradicional misa de medianoche con la presencia de numerosos dignatarios religiosos y representantes políticos palestinos, entre ellos el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
La Navidad de 2015 se llevó a cabo en medio de una ola de violencia en los territorios ocupados que dejó en tres meses 150 muertos, según la agencia de noticias francesa AFP.
La violencia en la que murieron 246 palestinos, 36 israelíes, 2 estadounidenses, 1 jordano, 1 eritreo y 1 sudanés desde el 1 de octubre de 2015 no cesó, pero disminuyó a medida que pasaron los meses.
Para alcanzar la Basílica de la Natividad, los visitantes que llegan de los territorios ocupados deben cruzar el llamado muro de separación (el Muro de Apartheid), un proyecto que el régimen sionista comenzó en 2002.