Catedral y San Francisco fueron las más visitadas|Los feligreses colmaron iglesias para la misa de Resurrección

La feligresía católica despidió ayer (domingo) la Semana Santa con la celebración de la Pascua de resurrección en las iglesias de Caracas, especialmente en la Catedral y en San Francisco, en el centro de la ciudad.

Uno de los párrocos de la iglesia San Francisco, José Martínez, señaló durante la homilía que Jesús resucitó porque vino a consolar a quienes estaban tristes con su muerte; “nosotros debemos consolar, llevar la alegría a la casa, al trabajo”.

Aseguró que así como Cristo se levantó entre los muertos, así los seres humanos también van a resucitar. “Jesús resucitó para hacernos hijos de Dios. Al morir nos hace hijos de Dios. Eso somos nosotros, hijos de Dios, libres de pecado”.

El padre Martínez sostuvo que las católicas y los católicos deben asistir a misa no solo para cumplir con un compromiso, sino “para reforzar nuestro amor mutuo”.

AGUA BENDITA

El sacerdote Juan Carlos Silva, quien ofició la misa en la Catedral de Caracas, comenzó la ceremonia con la bendición del agua de las cristianas y los cristianos presentes.

“El agua es signo de la protección del Señor, que nos ha salvado de la muerte a través del bautismo. El agua es signo de vida”, destacó el sacerdote mientras esparcía agua bendita entre la feligresía.

Señaló que el domingo de resurrección es un momento propicio para proclamar la grandeza de Dios y de su hijo Jesús, “nacido del vientre bendito de María virgen”, resaltó.

Comentó que “la grandeza de la muerte y resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe. La resurrección de Cristo devuelve la inocencia al pecador, devuelve la esperanza”.

El sacerdote insistió en que nadie tiene poder sobre la muerte; solo Dios. “En Cristo, nuestra humanidad ya comenzó a destruir la muerte”, dijo.

En el altar mayor, Silva sentenció que la fuerza de la resurrección sobrepasó la desconfianza de los hombres y mujeres que no creían que Jesús había abandonado la tumba.

De acuerdo con el párroco, “Cristo sigue vivo. No hay nada más pasajero que los poderes de este mundo, pero el poder de Dios es eterno y Cristo sigue vivo”.

Señaló a las devotas y a los devotos que quien cree en Dios y lo sigue jamás quedará defraudado; “quien pacta con el mal, perece en el mal”.

La feligresía católica también visitó la Basílica de Santa Teresa, donde se encuentra la imagen del Nazareno de San Pablo, así como otros templos de Caracas como Santa Rosalía y el Sagrado Corazón de Jesús.

Las trabajadoras y los trabajadores de la economía informal continuaron vendiendo ayer rosarios, estampillas y escapularios con las imágenes de los santos, así como inciensos propios de la época.

T/ Nancy Mastronardi
F/ María Isabel Batista