La emblemática Orquesta Filarmónica de Berlín escogió por primera vez esta capital para celebrar este martes su aniversario 130 y al venezolano Gustavo Dudamel como director invitado al tradicional Concierto de Europa.
El programa elegido para el recital tuvo a Johannes Brahms, Joseph Haydn y Ludwig van Beethoven como protagonistas, y la sede fue el pabellón de invierno de la Escuela Española de Equitación.
En el mismo escenario donde habitualmente se aprecia la danza de los famosos caballos lipizzanos, la Filarmónica interpretó una composición de Brahms sobre una pieza de Haydn en si bemol mayor.
Posteriormente, el violonchelista francés Gautier Capucon actuó como solista en un concierto para Violonchelo y Orquesta de Haydn, y cerró el recital la Quinta Sinfonía de Beethoven, una pieza de la que Dudamel destacó su transmisión de esperanza y capacidad de atraer a los jóvenes hacia la música clásica.
«Es una de las sinfonías más famosas, no sólo en el mundo de la música. Los primeros acordes de la Quinta Sinfonía de Beethoven son como un símbolo de la música clásica y un símbolo de la esperanza de la humanidad», declaró Dudamel a la prensa, poco antes de la presentación.
El joven violinista de 31 años ganó este año el Premio Grammy por la dirección de la Sinfonía número cuatro de Brahms, interpretada por la Filarmónica de Los Ángeles, de la cual es director, y fue calificado recientemente de «genio» por la revista National Geographic, al considerar que rejuvenece la música clásica.
Dudamel también dirige la Sinfónica Simón Bolívar, la de la Juventud de Venezuela y la de Gotemburgo.
La Filarmónica de Berlín programa conciertos especiales en circunstancias o fechas señaladas, como su aniversario que rota por importantes urbes europeas y mantiene un programa educativo que pretende facilitar el acceso a una audiencia lo más amplia posible, a todas las presentaciones de la orquesta.
Su actual titular es Simon Rattle, y surgió como institución independiente el 1 de mayo de 1882 tras la rebelión de los músicos por las malas condiciones de trabajo a que los sometió el anterior director Johann Ernst Benjamin Bilse (1816-1902).
En aquel entonces, los artistas decidieron establecerse de forma autónoma, gestionada y administrada por ellos, al tiempo que debían actuar en conciertos populares para mantener la salud financiera de la entidad.