Casi 100.000 bienes culturales han sido registrados|Héctor Torres: “Identificar el patrimonio es un elemento clave para conservarlo”

El Censo de Patrimonio Cultural es una labor permanente y abierta

El Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, entregó hace unos días a las comunidades de los municipios Girardot y Pao del estado Cojedes, el  Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano correspondiente a esas jurisdicciones, con lo que suman 169 catálogos publicados de la información levantada en 237 municipios venezolanos.

Explica Héctor Torres, presidente del Instituto, que “la finalidad de esos catálogos es entregarlos a las comunidades, escuelas, bibliotecas, alcaldías, actores de los distintos municipios como instrumentos para conocer y proteger el patrimonio”. Comenta que la forma de cuidar el patrimonio es conocerlo y apreciarlo. “Identificar el patrimonio es un elemento clave para conservarlo”.

Hay dos formas para proteger el patrimonio cultural y es calificarlos como monumento nacional o bien de interés cultural. Los primeros los declara el presidente de la República, quien tiene esa competencia exclusiva. Los bienes de interés cultural son los declarados por el Instituto, que también tiene una función de asesoría técnica en cuanto a la declaratoria de los monumentos nacionales. En ambos casos existe una protección legal desde que son calificados como monumentos nacionales o bienes de interés cultural.

El levantamiento de la información a través del Censo requiere de una metodología que se ha ido perfeccionando desde 2004 cuando comenzó el proyecto; requiere de formación de los empadronadores y profesionales que describen y catalogan los bienes tangibles e intangibles. Así como la vinculación con cronistas, portadores del patrimonio intangible, comunidad organizada y cultores y cultoras.

Antes del Censo existía un inventario y lo que diferencia uno de otro, explica Héctor Torres, es que “antes los que inventariaban eran los técnicos y estos decidían qué era o no patrimonio, y lo hacían en función de criterios exclusivamente técnicos”. Agrega Torres que  se evidencia una enfoque ideológico diferente con el Censo del Patrimonio Cultural, porque “prioriza la valoración comunitaria” y el personal técnico está al servicio de la descripción de cada elemento del patrimonio. Pero sin excluir lo que convencionalmente se considera patrimonio, por ejemplo una obra de arte. Otro elemento que destaca es que el inventario que se hacía anteriormente era a nivel estadal, ahora el Censo se aplica a nivel municipal, lo que lo hace más ambicioso.

DE 16.000 a  100.000 BIENES REGISTRADOS

Antes habían 16.000 registros en los que cada pieza de una colección era tomada como un registro. Mientras que el Censo hasta ahora se eleva a casi 100.000 registros, en los que las colecciones-compuestas por un conjunto de piezas-, son consideradas como una unidad.

El Censo es un primer borrador, advierte Torres. Es un “esfuerzo muy fresco de registrar. Luego debe pasar a unas etapas de revisión y afinamiento de la información”.  Además “es un proyecto abierto”, independiente de las publicaciones que se hagan, el registro de nuevos bienes es permanente y es dinámico.

Explica la directora de registro, Alesia Martínez, que faltan 96 municipios por catálogos, pero el esfuerzo se concentrará primero en concluir con los estados que les falta uno o dos municipios. Actualmente se concluye el trabajo del estado Portuguesa. Asimismo, se publican los catálogos en formato pdf en la página web del Instituto.

Los catálogos tienen cinco secciones: “Los Objetos”, “Lo Construido”, “La Creación Individual”, “La Tradición Oral” y “Manifestaciones Colectivas”. Para Martínez es especialmente interesante lo que aflora de la investigación de ítems circunscritos a “La Tradición Oral”, porque incluyen cuentos y mitos que van pasando de generación en generación.

También se ha enfrentado a la situación de incluir manifestaciones colectivas casi extintas como el “Baile de la Turas” que se da en el Occidente del país. Al respecto dice que algunos colectivos, por ejemplo en Cojedes tratan de recuperar esa manifestación colectiva, y unirse con otros estados como Portuguesa, Falcón y Lara para revitalizar este baile.

T/Florángel Gómez
F/Héctor Rattia