El cineasta chileno Miguel Littín tenía previsto culminar ayer (sábado) la grabación de las escenas de su próxima película Allende, tu nombre me sabe a hierba, rodadas en suelo venezolano.
Luego de culminar la grabación de una escena, el director comentó al Correo del Orinoco que para él ha sido un honor y un compromiso hacer este homenaje el recordado líder chileno, una figura a la que admiró mucho.
“Estoy muy feliz, lo digo con mucha modestia. Creo, estoy seguro, de que hemos hecho una gran película. Estoy seguro de que nosotros hemos hecho un documento artístico para la historia”, expresó.
Detalló que en Venezuela se grabaron las escenas que corresponden a las 7 horas más determinantes en la vida de Allende: cuando entra al Palacio de La Moneda y resiste el golpe fascista con todos sus colaboradores. Es entonces cuando pronuncia el discurso en el que pronunció la frase “se abrirán las grandes alamedas”.
LISTO LO FUNDAMENTAL
Las grabaciones comenzaron en la sede de la Cancillería venezolana y posteriormente se trasladaron a la sede de la antigua Corte Suprema de Justicia en el centro de Caracas para grabar el momento en el que el Palacio de la Moneda ya está destruido por las bombas de los aviones piloteados por oficiales que traicionaron a Allende.
El cineasta contó que luego de las grabaciones que se realizaron en la tierra de Bolívar, el equipo que lleva adelante la producción de la cinta, continuará las grabaciones en Chile, donde se dedicarán fundamentalmente a recrear aspectos de la vida de Allende, antes del Golpe de Estado como su adolescencia y otros momentos de su vida interior que permitirán a las y los espectadores acercarse a la vida de este personaje de la historia de Chile y de América Latina.
“Ya hemos rodado mucho, solo vamos a culminar unos detalles en Chile, porque lo sustantivo, lo fundamental, ya está rodado en Venezuela”, comentó el director quien señaló que esperan culminar el total de las grabaciones en marzo.
ESTRENO EN SEPTIEMBRE
Littín informó que se prevé estrenar la película en septiembre cuando se cumplirán 41 años del golpe de Estado en Chile, ocurrido el 11 de ese mes en 1973.
Además de Caracas y Santiago de Chile, también se estima que el filme se estrene en La Habana, Ciudad de México, Buenos Aires y otras ciudades del mundo para “hacer una gran proyección de la película”. “La idea es recordar ese momento no solo con tristeza, sino con la alegría de celebrar la vida de un hombre que se entregó completamente y con plenitud a sus ideales”, expresó Littín.
EXPERIENCIA FORMIDABLE
El realizador chileno comentó que la experiencia durante los 17 días de rodaje en Venezuela fue “formidable, magnífica” porque se encontró con un grupo de técnicos y actores de gran nivel que entregaron todo “hora a hora, día a día por hacer posible este filme”
“Hubo un clima de gran cooperación, de gran habilidad que es lo que hace posible que las películas sean fuertes, sean potentes, tengan una proyección en el tiempo y se logre ese misterio y ese milagro, que espero haber logrado del arte”, declaró, y reiteró que esta coproducción chileno-venezolana ha sido muy importante, por el amor que siente por nuestro país.
“Yo amo mucho a Venezuela desde mis años de estudiante. La primera vez que vine a este país fue en 1968 cuando vine a Mérida para presentar mi primera película Por la tierra ajena a los estudiantes y luego, en los tiempos del exilio en chile estuvo conmigo la solidaridad venezolana. De modo tal que este reencuentro ha sido una ocasión de gran felicidad, por muchas circunstancias, incluso personales”, comentó.
HOMENAJE Y ADMIRACIÓN
Littín confesó que Salvador Allende (a quien conoció personalmente) es uno de los hombres que más ha admirado en su vida. Ese amor y ese respeto lo motivaron a hacer la película. Para él, como director cinematográfico, este homenaje fílmico a Allende “ha significado todo”.
“Aunque uno tenga 50 años como cineasta, la última película siempre es la primera. He vuelto a filmar y me siento como cuando tenía 25 años y filme mi primer largo: una alegría infinita y una gran plenitud que supera las debilidades que da la edad y da el tiempo”, afirmó.
Littín detalló que desde hace mucho tiempo había querido hacer esta película y que fue justamente ahora que se dieron las condiciones espirituales y físicas para realizar un trabajo que cada día le “arranca pedazos de su alma y de su corazón”.
“Hoy (el viernes) estábamos filmando el momento en el que el presidente Salvador Allende despide a sus colaboradores, les da la manos y los abraza en el Palacio de la Moneda y esos muchachos tenían lágrimas en los ojos porque sentían como si era verdad. Y a mi se me desgarraba el alma explicándoles lo que para ellos en ese momento significaba la derrota, aunque luego, hubiesen ganado la victoria en la historia”, confesó.
“Era un hombre muy romántico, amó mucho, no solamente a una mujer, sino que multiplicó su amor para su pueblo”, comentó.
MENSAJE DE PAZ
Sobre los actos violentos que han ocurrido en los últimos días en Venezuela, el cineasta Miguel Littín, comentó que lo más importante es fortalecer el diálogo entre los sectores, buscar la paz y “aislar a los sectores fascistad y a quienes tienen odio y buscar a quienes tienen amor para encontrar la forma de comprensión” y avanzar con respeto al otro.
SEGUIR FILMANDO
Littín contó que luego de culminar el proyecto de Allende, tu nombre me sabe a hierba, lo único que quiere es hacer más producciones cinematográficas: “Ojalá Dios me de muchos años más de vida para seguir filmando y hacer películas que luego, quedan en la memoria de la gente”.