Con una masiva asistencia de público transcurre en la Casa de la Cultura Ecuatoriana la Feria Internacional del Libro de Quito, que con la presencia de 13 países se extenderá hasta el 1 de diciembre próximo.
Además de las habituales presentaciones y venta de libros de diversos géneros, los ecuatorianos tienen oportunidad de disfrutar de otras actividades como cine y teatro, en los amplios espacios de la instalación cultural que sirve de sede al evento literario anual.
Venimos con la familia a ver qué libros podemos comprar, comentó a Prensa Latina Santiago Ramírez, quien recorría los diferentes stands en compañía de su esposa y sus dos hijos.
La séptima edición de la Feria Internacional del Libro de Quito fue inaugurada la víspera en esta capital por el ministro de Cultura y Patrimonio, Francisco Borja, quien la calificó de fiesta de la palabra impresa y del pensamiento escrito.
Según el funcionario, el evento constituye una avanzada «en el largo y complejo camino de ganar lectores».
En los intentos por alcanzar el objetivo enunciado por Borja, los organizadores adelantaron que durante los 10 días que durará la Feria se pondrán a la venta alrededor de 100 mil libros.
Entre los stands más visitados este domingo estaba el del Fondo de Cultura Económica de México, que en su calidad de invitado de honor, ocupa un lugar privilegiado en el pabellón internacional, donde también exhiben sus creaciones literarias Cuba, China, Irán, Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Uruguay, entre otros países.
Como en años anteriores, también se desarrollará el proyecto La Feria al Barrio, cuyo objetivo es llevar la literatura a sectores populares de Quito como los mercados, hospitales, parques, terminales de ómnibus, e incluso las cárceles.