Fue exponente de la literatura de vanguardia en Venezuela|El mejor homenaje que se le puede rendir a Pío Tamayo es estudiar

La falta de una biografía de Pío Tamayo, “suficientemente trazada con los criterios del historiador profesional”, ha sumido su figura en “una desmemoria que se proyecta como una deuda que el país tiene con quien fue el pionero de la difusión de las ideas marxistas en Venezuela”.

Así lo expuso el historiador Lionel Muñoz Paz, director de Estudios Hispanoamericanos de la Universidad Central de Venezuela, entrevistado por el Correo del Orinoco con motivo de cumplirse hoy 117 años del nacimiento del luchador e intelectual a quien mencionó por su nombre completo: José Pío Tamayo Rodríguez.

Muñoz señaló que Pío Tamayo “es una de las figuras más importantes de la Venezuela del siglo pasado, no solo por su lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, que desde principios de los años 20 –siendo casi un niño– lo involucró en una odisea en la que rindió la vida, sino porque fue uno de los primeros exponentes venezolanos de la literatura vanguardista, como lo muestran las publicaciones literarias en las cuales escribió”.

EDUCÓ EN EL MARXISMO

Muñoz destacó que otro de los grandes aportes de Tamayo “fue el ejercicio pedagógico de enseñar los fundamentos teóricos del marxismo a una generación”. En el Castillo de Puerto Cabello, comentó. “les enseñó a los presos del gomecismo la teoría del marxismo, que dominaba plenamente”. Fue él quien “introdujo en este conocimiento a los revolucionarios del siglo pasado venezolano. Por eso, al hablar de formación política en filosofía marxista en Venezuela, no se puede omitir su nombre”, afirmó contundentemente.

“Todo eso forma parte de las razones para que se le considere como una de las figuras más importantes de ese momento histórico. Por eso la propuesta de llevarlo al Panteón Nacional es válida. Tamayo cuenta con sobrados méritos para ser elevado a ese sitial de honor”.

LEGADO DE VALORES

Mñuñoz sostuvo que Tamayo dejó “un legado de entereza personal, de compromiso con las ideas que suscribió. Nos legó la posibilidad de apertura a los espacios, mas allá de las fronteras de Venezuela”. En ese sentido, subrayó que el escritor tocuyano “contribuyó con iniciativas desde el punto de vista de las luchas sociales y políticas, en las que se destaca la hermandad entre Cuba y Venezuela, de la cual no se puede hablar sin mencionar su nombre”.

“Estudiar es el máximo homenaje que podemos hacerle a Pio Tamayo; hacer que el conocimiento de sus luchas y de su personalidad sea parte del acervo del militante político; que al sentirse inspirado en su ejemplo el joven procure ser persona avocada a la producción intelectual, y estar al día en las últimas lecturas de su tiempo, incorporando insumos sobre lo venezolano y lo latinoamericano.

Desde el punto de vista de la producción intelectual Tamayo nos lega sus poemas, su novela El dolor de los Granujas, los numerosos artículos que se encuentran dispersos en diversas revistas y periódicos de los cuales algunos han sido incluidos en varias antologías. Es una obra que ha sido recogida solo parcialmente hasta la fecha, que se fue construyendo paralelamente a un desplazamiento constante del autor por varios países-comentó.

QUIEN FUE PIO TAMAYO

El profesor Muñoz explicó que Tamayo nació en El Tocuyo, estado Lara, y que “pese a que tenía una relación raigal con su terruño, se trasladó tempranamente a la capital, Barquisimeto, para estudiar en el colegio La Salle”.

“Siendo un liceísta, funda la revista Renacimiento, abre una imprenta, escribe y expone su rechazo a la dictadura gomecista, rechazo que le va a ocasionar su primer exilio, pues en 1922 sale expulsado del país, desde El Tocuyo, por razones políticas”, expuso.

Señaló que “este exilio le va a ser muy fructífero y fecundo. Tamayo se va a Puerto Rico, donde se pone a trabajar en un central azucarero, luego, en Nueva York, se familiariza con los asuntos de la imprenta. Y de allí se va para Cuba”.

“En La Habana suceden varias cosas importantes en su vida”, continuó, y mencionó una de especial relevancia: entrar en contacto “con algunos venezolanos que se oponían a la dictadura de Juan Vicente Gómez y se hallaban exiliados allá”.

El joven poeta tocuyano aplicó en La Habana los conocimientos sobre imprenta adquiridos en Nueva York, “que le sirven para colaborar en la edición de un periódico que se llama Venezuela Libre, de corta vida, pero que tuvo un papel trascendental porque le hizo ver lo importante de la difusión de las denuncias sobre la tiranía gomecista”, reveló.

“Otra de esas cosas importante en su vida” – añadió Muñoz– “fue que la estancia en la isla también le sirve para vincularse con los cubanos que fundaron el Partido Comunista de Cuba, del cual fue cofundador”

En Cuba permaneció “un par de años, después de los cuales se traslada a Barranquilla, Colombia. Estamos hablando del mayo de 1924. En esa ciudad colombiana Tamayo funda una organización de cuño marxista llamada Unión Obrera Venezolana”

EL CONTEXTO LATINOAMERICANO

El profesor Muñoz enfatiza que este itinerario da idea de cómo era la Latinoamérica de principios del siglo XX, “en la que las comunicaciones eran bastante tortuosas y desde el punto de vista del contacto con los públicos estaba colmadas de dificultades”.

“Por ejemplo, al año siguiente se le verá en Panamá, donde en 1925 formará parte de una delegación estudiantil que participó en el Congreso Bolivariano de Estudiantes. Allí se ocupó de agrupar al estudiantado venezolano exiliado para que participara en el congreso porque era muy importante la difusión del tema de la anfictionía y de las ideas integracionistas de Simón Bolívar”, contó.

“Fue expulsado de Panamá y después va a realizar pasantías por diversos lugares del continente, por ejemplo, va a estar en Guatemala, de donde también va a terminar expulsado por el gobierno del presidente Orellana. Pasa a Costa Rica, donde se dedica a la literatura y colabora con varias revistas que se publican allí y en el año 26 sale de Costa Rica y regresa a Venezuela”, relató.

Pero en vez de volver a El Tocuyo, precisó Muñoz, Tamayo se quedó en Caracas “y en el año 1927 figura entre los colaboradores de las revista Elite, que era una publicación fundamental para la comprensión de la Venezuela de esa época”.

T/ Mercedes Aguilar
F/ Cortesía