La telenovela suele ser un género predecible en el que siempre habrá una pareja buena que lucha por su amor imposible y contra los villanos. En este clásico escenario de combate entre el bien y el mal, el final está cantado, los buenos siempre ganan y el rating se mantiene alto. Es por eso que este género pudiera resultar ideal para transmitirle al público mensajes con sentido educativo. La escritora de televisión Mónica Montañés bien lo sabe y en sus siete telenovelas ha abordado diferentes problemáticas para brindarle algo extra al público, más allá de la historia de los amantes.
La reconocida autora sostiene que los guionistas pueden contribuir con la “buena televisión” que solicitó Pedro Maldonado, director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, luego de la reunión del lunes pasado entre representantes del Ejecutivo, televisoras y empresas de televisión por suscripción. Montañés cree incluso que desde la telenovela, un género que tiene como objetivo principal entretener, se puede contribuir con temas que ilustren y sensibilicen a la audiencia.
Recordó que no se puede desvirtuar el género que tiene como condición un gran amor imposible, una villana o un villano, que impide que la pareja buena se enamore y se quiera: “Es la lucha eterna entre el bien el mal. La telenovela tiene la obligación de que el bien triunfe, y que los malos terminen presos, locos, o perdiendo todo aquello que ambicionaron”.
La escritora dijo que en diferentes historias de su autoría ha abordado problemáticas de Venezuela a fin de sensibilizar al público con historias sobre la paternidad irresponsable, el embarazo a temprana edad, la violencia doméstica y temas de salud mediante personajes con diabetes u otras enfermedades.
“Hay casos en los que no se usa villano, por ejemplo, mi telenovela Voltea para que te enamores, que acaba de reestrenar Venevisión al mediodía, se habla de que las dificultades están en nosotros mismos, muchas veces el enemigo está dentro de uno mismo y debemos romper nuestros obstáculos internos”, subrayó.
Montañés celebra a la telenovela como un género latinoamericano por excelencia, que resulta “una maravilla” por la sencillez de su argumento: la lucha entre el bien y el mal.
UN CLARO EJEMPLO
¿Pueden las telenovelas tener una función educativa, con algún objetivo específico? Absolutamente, afirmó la autora, quien puso como ejemplo que en ¿Vieja yo?, trató la problemática de la violencia de género, mediante una pareja formada por Tamara, interpretada por la actriz María Antonieta Duque, y su marido encarnado por Rolando Padilla, quien le propinaba golpes.
En la novela las agresiones físicas contra Tamara eran un secreto al principio, se mostraba como estante una pareja fo mujer ocultaba los golpes con maquillaje y daba excusas en el trabajo cuando le preguntaban por los morados y las cortadas hasta que finalmente se atrevió a poner la denuncia mediante una llamada telefónica al 0800-Mujer. “Luego la llevamos a los tribunales, con las actrices bajándose en La Hoyada, para que la gente supiera donde quedan los tribunales. Pusieron su denuncia, mostramos todo el trabajo de los policías y los abogados. Todo eso mostramos”, detalló Montañés.
La escritora señaló que organismos no gubernamentales y estatales como el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer) le agradecieron por haber tratado en ¿Vieja yo? esta problemática de la violencia contra las féminas.
“Es muchísimo más lo que puede hacer una telenovela para informar, que un folleto o una maestra en clase que con toda la buena intención no tiene la misma influencia. Esto es solo un ejemplo, pero lo hemos hecho montones de veces”, aclaró.
CON NACIONES UNIDAS
El impacto del tratamiento de la violencia de género en ¿Vieja yo? atrajo la atención de ONU Mujer, la Entidad de Naciones Unidas para la Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres, que se acercó a Venevisión para introducir otros temas en los dramáticos de la estación de televisión, como la emancipación de las féminas y otros aspectos para ayudar a las damas.
“Tengo mucho tiempo trabajando en estos aspectos, mostrando a la mujer venezolana como lo que es: una tipa luchadora, trabajadora, que tiene ambiciones profesionales importantes pero que en demasiados casos cría sola a sus hijas e hijos y enfrenta problemas graves como ese, la paternidad irresponsable”, recalcó la escritora.
Montañés apuntó que prácticamente en todas sus novelas ha expuesto y denunciado la inconsciencia de los hombres cuando embarazan a las mujeres y desentenderse de su descendiente: “Siempre se va a ver ese tema en mis telenovelas así como las consecuencias que trae la paternidad irresponsable en los hijos y las carencias que tienen por haber crecido sin la figura paterna”.
La autora de la novela La víctima perfecta (Ediciones B, 2013) aclaró que las y los guionistas proponen libremente sus historias a las casas productoras o canales de televisión, con los que luego se negocian las tramas y los personajes. No obstante, en la mesa de discusión difícilmente se impone un tema. “No es una negociación en malos términos”, acotó.
Mónica Montañés dice que todas y todos debemos estar unidos en la lucha contra la violencia y que cada quien debe poner su granito de arena.
LO QUE VIENE
La escritora Mónica Montañés prepara dos guiones para Venevisión: una nueva telenovela y una serie policial.
Aunque no puede dar muchos detalles, adelantó que el melodrama tratará sobre la llegada del amor desde la perspectiva de mujeres de diferentes edades, desde que son veinteañeras y hasta féminas de la tercera edad.
“Tratará sobre le amor en las mujeres de distintas edades, tengo a una muchacha de veinti pico,
otra de treinta y pico, una cuartenta, otra de 50 y otra de 60, tengo a en total a cinco mujeres en la trama”, precisó.
Este dramático se sumará a las telenovelas que Montañés ha escrito durante dos décadas como Las González, Guerra de Mujeres, Harina de otro costal, Voltea pa´que te enamores y Válgame Dios, entre otras.