El saxofonista organiza los martes de jazz en el Suka Bar de Caracas|Pablo Gil: “Me gusta tocar con buenos músicos buena música”

El saxofonista Pablo Gil está muy contento con la nueva, y no tan nueva, camada de músicos venezolanos, en especial en el género de la jazz. Por lo menos, todos los martes se deleita en Suka Bar en Caracas «al escuchar ese talento emergente, gente entre los veinte y treinta años en general, que han estado ocupando espacios de importancia en Venezuela».

Ese talento también gana terreno fuera del país, sostiene Gil: “Existe un gran éxodo al exterior, se está formado una generación de relevo de un excelente nivel”. “Muchos de ellos vienen de de las agrupaciones que hacen vida en ese gran Sistema de Orquestas Nacionales Juveniles. Otros vienen de otros medios, pero todos tienen en común que aman la música».

TAMBIÉN LOS EXTRANJEROS

Los martes de jazz del Suka Bar, situado en el Centro San Ignacio, «no sólo se presentan artistas nacionales que hacen vida afuera, sino también extranjeros que están de paso por nuestro país».

El pasado 28 de julio se presentó Baden Goyo, «joven pianista de jazz venezolano que hizo mucha carrera en nuestro país, teniendo un reto profesional muy movido e interesante desde joven, antes de irse. Ahora es residente en Nueva York, integrante de DBF Jazz y Rima Temático».

AMIGOS Y TALENTO

Gil comenta que en estas sesiones «participan amigos míos como Gerry Weil, Alfredo Naranjo y Aquiles Báez, por citar algunos, que son nombres que pertenecen a este espacio por derecho propio, que pueden ubicarse en cualquier festival de jazz o espacio nacional o internacional».

En el caso de “los jóvenes talentos”, ha recurrido a varias fuentes “para llevar a cabo el proceso de selección. Una de ellas han sido la redes sociales, que la utilizan muy bien la gente joven como promoción artísticas”.

“He visto a artistas que nunca había visto en redes sociales, y sus propuestas me han llamado la atención. A algunos los he conocido por referencia, Con otros he tocado con ellos en otros espacios», explicó.

Él tiene siempre la última palabra «desde el punto de vista de la selección, que como toda selección es subjetiva y no hay jurado”. Para escogerlos, evalúa “si pasan por mi visión de la dirección artística que quiero llevar para este espacio. La última medida del asunto es ¿me provoca tocar con ellos o no? Si me provoca tocar con ellos van a estar aquí, porque en mi caso es el gusto y el placer de tocar. Me gusta tocar con buenos músicos buena música. Es en definitiva mi último criterio para la selección».

Con respecto a los músicos internacionales que invita también utiliza las redes sociales, «donde los contacto si van a venir a Venezuela. Indago sobre la posibilidad de que si desearían participar acá y vamos organizándolos en fechas y repertorios, si llegamos a un acuerdo».

NUEVO DISCO

Hace unos años, Pablo Gil participó en la grabación de un doble disco en vivo, titulado Suka Jazz en directo. Este trabajo es considerado por muchos especialistas como uno de los mejores realizados en el país en el género del jazz.

Considera que hay suficiente material grabado de los músicos que han participado en vivo más recientemente «para mostrar lo que se está haciendo en Suka Bar. Habría por supuesto varios invitados».

Los martes de jazz son un proyecto liderado por el mismo Pablo Gil, quien busca que este emblemático bar caraqueño se convierta en un lugar de referencia musical, «con la intención de ofrecer un espacio para el compartir y contribuir al mismo tiempo a la difusión de este género en Caracas».

Rememoró que entre 2004 y 2010 este fue el proyecto bandera de Suka Bar y contó con la participación de importantes músicos internacionales como Mike Stern, Edward Simon, Dave Kikoski, Leo Blanco, Silvano Monasterios y Jamie Haddad; además de músicos locales de gran nivel como Andrés Briceño, Adolfo Herrera, Diego Álvarez, Roberto Koch, Gonzalo Teppa, Rodner Padilla, Juan Ángel Esquivel y Víctor Mestas, entre otros.

Cuando se le inquirió hace tiempo por qué ejecuta el saxo y no el piano o el bajo, no titubeó al señalar que «es una vocación inexplicable, un llamado al que le he dedicado toda mi vida adulta».

FUSIÓN, FUSIÓN

La fusión es igual a jazz, a juicio de Gil. Dice que esa “es parte de la naturaleza misma del jazz, un género mestizo desde sus comienzos. Es fruto de la mezcla de la música europea con elementos africanos muy importantes. Desde hace tiempo se ha vinculado con la música afrocaribeña, hoy se ha mezclado con todas las músicas del mundo, desde la clásica de la India hasta el flamenco y las del Medio Oriente”.

“En Venezuela también sucede la mezcla, con ritmos afrovenezolanos y con los géneros de la música local, merengues y otros», apunta.

WEIL, SIMÓN Y PERDOMO

No dudó al señalar sus influencias musicales nacionales: «Gerry Weil es un gran amigo y una referencia muy importante dentro del jazz en Venezuela. Asimismo admiro mucho a Edward Simon y Luis Perdomo, grandes pianistas venezolanos que viven en el exterior. Y mis amigos y cómplices de aventuras musicales, Andrés Briceño y Roberto Koch, quienes me han acompañado en muchos de mis discos».

A escala internacional, citó «a Shirley Horn y Kurt Eling, Pianistas como Brad Melhdau y Herbie Hancock; y en mi instrumento a Joshua Redman, David Binney, Rick Margitza y los grandes, John Coltrane, Joe Henderson, Sonny Rollins, Dexter Gordon».

Piensa que los jazzistas venezolanos no son segundos de nadie: «Existen músicos de jazz venezolanos que pertenecen a la élite del jazz mundial. Otmaro Ruiz ha tocado con Diane Reeves y John Mc Laughlin; Edward Simon con John Patitucci, Brian Blade. Paquito d Rivera y Terence Blanchard; Luis Perdomo está en la vanguardia del jazz en New York; Benito González es el pianista de Kenny Garret. Esos son puestos que se ganan con talento y trabajo».

Sobre el jazz internacional, considera que «los Estados Unidos siguen siendo la punta de lanza en el jazz mundial. Hay una gran cantidad de músicos excelentes saliendo de Israel; mientras Africa trae cada vez más grandes músicos como el camerunés Richard Bona».

COMPOSITORES EN TIEMPO REAL

Pablo Gil explica su pasión por el jazz: «Encuentro que el jazz es la música que ofrece mayor libertad al intérprete. El lugar que ocupa la improvisación dentro del género hace del músico un compositor en tiempo real, al inventar melodías y desarrollar un discurso de manera similar a como se compone».

Foto/Eduardo Chapellín
Foto/Cortesía
Caracas