Este intrincado poblado indígena ubicado en el corazón de la Amazonía ecuatoriana, entró este martes en la historia, al convertirse en la primera Comunidad del Milenio que se construye en el país andino.
Para llegar a este lugar hay que viajar dos horas por carretera desde Lago Agrio, cabecera de la provincia de Sucumbíos, y luego tomar una lancha rápida en el muelle de Tierras Orientales, y navegar otro par de horas por el turbulento río Aguarico.
Al final del largo trayecto, y tras una de las curvas del río, asoma la flamante comunidad de 82 casas de 96 metros cuadrados cada una, y equipada con todos los servicios básicos.
Los 392 habitantes de la etnia Kichwa que la habitan no tendrán nada que enviarle a los citadinos, pues además de los servicios de agua potable, alcantarillados y electricidad, tienen acceso a Internet, telefonía fija y móvil.
En la escuela, que incluye un laboratorio y aula de computación, los estudiantes de la zona podrán cursar desde el primer grado de primaria hasta el bachillerato.
Esta es la materialización concreta e indiscutible de la profunda transformación que está teniendo lugar en Ecuador, aseguró a Prensa Latina el asambleista Carlos Viteri, quien representa a la comunidad kichwa en el parlamento unicameral.
De acuerdo con el líder indígena, después de 40 años de gobiernos entreguistas, el presidente Rafael Correa, quien este martes inauguró la comunidad, le dio un giro de 180 grados a la política hidrocarburífera del país.
Tras su llegada al poder en 2006, el mandatario decidió que el 12 por ciento de las utilidades generadas por la venta del crudo sean invertidas en las comunidades aledañas a los campos petroleros.
La Comunidad del Milenio Playas de Cuyabeno fue construida a un costo de 20,2 millones de dólares, y según las autoridades es una muestra de la política de redistribución de la riqueza petrolera que se aplica en la región amazónica.
Unos años atrás, esto era caserío muy pobre, recuerda Gilberto Piaguaje, quien vive en un poblado cercano, pero también se beneficiará con la llegada del progreso a Playa de Cuyabeno, pues uno de sus hijos estudiará en la moderna escuela de la comunidad.
Fabian Goyes llegó al acto inaugural ataviado con la vestimenta típica de los Siunas, y con un único objetivo.
Quiero hablar con el presidente Correa para que nos ayude a construir una comunidad igual en mi zona, reveló Goyes a Prensa Latina, mientras no le perdía ni pie ni pisada al mandatario durante el recorrido que hizo por las instalaciones.
Iguales propósitos tenían los huaronies, cofanes, shuares y otras etnias amazónicas que se acercaron este martes a Playas de Cuyabeno.
Vamos a llenar de comunidades del milenio la Amazonía ecuatoriana, les aseguró Correa, quien departió con todos ellos, y los instó a acabar con el estereotipo promovido por la burguesía de que los amazónicos solo deben dedicarse a la caza y la pesca.
La pobreza no es parte de la cultura, es parte de la injusticia que estamos reparando en esta país, afirmó.