Con motivo de la celebración del mes de la lucha contra el racismo y la igualdad, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Estados Unidos presentó la película “Tambores de Agua, un encuentro ancestral” en los espacios de The Potter’s House Café en Washington, DC.
Filmado entre Venezuela y Camerún, es un documental sobre la resistencia cultural de las comunidades negras venezolanas descendientes del cimarronaje, o esclavos fugitivos, que muestra la fuerza de las raíces africanas en las manifestaciones musicales venezolanas.
A la actividad asistieron estudiantes, miembros de organizaciones y movimientos afrodescendientes de la capital estadounidense como el Institute of International Education, Irvine Comunity Drug Prevention, Africa World Proyect y AfroDiaspora.
Cabe destacar que entre los presentes se encontraba Paul Sankara, hermano de Thomas Sankara, líder revolucionario quien fue presidente de Burkina Faso y asesinado en un golpe de Estado.
Raíces africanas en el siglo XXI
Posterior a la proyección, se desarrolló un panel de discusión encabezado por Sheila Walker, directora de Afrodiaspora y el ministro consejero, Carlos Ron, de la embajada venezolana, en la que se intercambiaron preguntas, comentarios y experiencias con la audiencia.
Los asistentes plantearon sus preocupaciones sobre cómo continuar con las tradiciones africanas en un mundo globalizado y conquistado por la tecnología, donde han convertido muchas veces lo cultural en simple moda.
“Este tipo de actividades que despiertan la preocupación por rescatar las raíces del mundo, que buscan las conexiones más allá de las fronteras y continentes, es lo que se debe seguir haciendo para poder mantener presente el origen de lo que somos” expresó uno de los presentes.
Durante el evento también se compartieron ideas, experiencias y anécdotas de viajes entre África y Venezuela.
Clarissa Duque, productora del documental, dijo que el repique de los tambores de agua es una práctica musical que aún se encuentra en muchos lugares del país, “reivindica la memoria colectiva y se convierte en enlace para el reencuentro entre África y América, (…) no importa la distancia cuando las raíces son fuertes para perdurar a través del tiempo”.