En 2012 presentarán el expediente que detallará la tradición a la hostia consagrada|Solicitarán a la Unesco que declaren patrimonio de la humanidad a los diablos danzantes

Diablos danzantes de Yare

Un video, un documento y diez fotografías conforman el expediente que presentarán las autoridades venezolanas ante la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación (Unesco) para la consideración de los diablos danzantes de Venezuela como patrimonio inmaterial de la humanidad en la lista que establece esta agencia de las Naciones Unidas.

El acto de presentación contó con la participación del ministro del Poder Popular para la Cultura, Pedro Calzadilla; el viceministro de Cultura para la Diversidad Cultural, Benito Irady; y el representante de la cofradía de Cata, Antulio Pacheco; Igualmente se presentaron representantes de las once cofradías de diablos danzantes de Venezuela.

Los diablos danzantes de Venezuela, cuyas variantes incluyen manifestaciones en más del 30% del territorio venezolano, serán considerados para su aprobación como patrimonio inmaterial de la humanidad a finales del año 2012, mientras se haga efectiva la candidatura en los primeros meses del año 2013.

El ministro Calzadilla explicó que se ha avanzado en las reivindicacioens fundamentales de la diversidad cultural. “Se ha logrado posicionar como un elemento clave no sólo en lo cultural, sino en lo político”, dijo.

El titular de Cultura manifestó que darán las batallas necesarias en la Unesco para lograr el reconocimiento a los diablos danzantes. Igualmente calificó como “positivas” las gestiones adelantadas para mantener dentro de las listas de patrimonio mundial al casco colonial de Coro y el puerto de La Vela, en Falcón.

“Es una voluntad firme el continuar en esa lista – aseveró Calzadilla- a propósito del informe que presentó el despacho de Cultura, con el cual la Unesco reconoce el esfuerzo que se está haciendo sobre la autenticidad que permanece en la capital falconiana.

Por su parte, el viceministro Irady añadió que actualmente se adelantan las investigaciones para tomar en consideración otras tradiciones importantes: el culto a María Lionza, los giros de San Benito en los páramos andinos, el palabrero wayúu y los cantos tradicionales de ordeño, cuyos expedientes son elaborados por una comisión integrada también por Colombia, donde han desaparecido prácticamente estas tradiciones.

El funcionario finalmente agregó que trabajan en conjunto con Pdvsa La Estancia para que el joropo venezolano también sea considerado patrimonio de la humanidad.

LA HISTORIA EN 10 MINUTOS

Antulio Pacheco, capitán de los diablos danzantes de Cata, resumió 400 años de historia del culto a Corpus Christi. “Es una fiesta cristiana de adoración a la hostia consagrada”, explicó el cultor para hacerle frente a aquellos que desconocen la práctica y la asocian con un culto a Satanás o una fiesta africana.

“Su origen se remonta al año de 1265, en Bélgica, donde la beata Juliana de Mont-Cornillón impulsó la celebración de esta fiesta en honor al Santísimo Sacramento”. Posteriormente, el papa Urbano IV estableció una fiesta para conmemorar este sacramento y se fue extendiendo a Europa, relató el cultor.

“Con la invasión de los españoles a América -prosiguió Pacheco- se traen sus costumbres y se bailó por primera vez en Coro, durante una misa en 1582, en honor al sacramento de la eucaristía”.

El capitán de los diablos de Cata recordó que en Caracas se bailó algo que se conoció como “el dragón de corpus”, en 1595, hecho que “molestó a un sacerdote llamado Sotomayor que los expulsó” de la ciudad. Es así que se trasladaron a la provincia, donde han permanecido hasta hoy día.

El relato del cultor Pacheco también se centro en el trabajo que realizan en Cata y Ocumare de la Costa (Aragua) desde el año 1676.

Pacheco explicó que “hay más de 30 cofradías en Venezuela” pero “solo once” están asociadas a la religión con la celebración del culto al Santísimo. Las otras celebran en diferentes fechas y lugares, como por ejemplo, en Canoabo, estado Carabobo, o San Hipólito, en Barinas.

Dijo estar muy orgulloso de su estado Aragua que tiene cinco cofradías: en Cata, Ocumare, Chuao, Turiamo y Cuyagua.

Saludó a sus compañeros de otras regiones que estaban presentes para la presentación del expediente. Saúl Yanes, alcalde del municipio Simón Bolívar del estado Miranda y promesero; Juan Ramón Ojeda, Richard Milano y José Ángel Ramírez de la Red de Patrimonio cultural del estado Miranda; Miguel Alciro Berroterán, del Centro Manuel Blanco de Guatire; Abraham Aristiguieta, del bando y parranda de los Santos Inocentes de Caucagua; Roberto Izaguirre, diablo mayor de Naiguatá; Oscar Bolívar y Raúl Urbina, de Barlovento, así como Ramón Alberto Delgado y Richard Delgado, de los Palmeros de Chacao.

UN PROCESO TÉCNICO

“Desde los años ochenta la candidatura de esta tradición estaba en el congelador”, manifestó María Toledo, coordinadora de la oficina técnica de enlace con la Unesco desde el Centro de la Diversidad Cultural.

“El proceso es técnico y tiene requisitos fundamentales”, acotó. La formulación debe ser presentada por las comunidades. Toledo confesó que debió “traducir lo que la comunidad decía al lenguaje de la Unesco y hacerlo coherente”. Explicó que este requerimiento especial requiere ser evaluado por un comité que puede estar integrado por personas de diverso origen y nacionalidad.

Por su parte, Tania Delgado, secretaria general de la Comisión Nacional de Cooperación con la Unesco, celebró esta iniciativa que se consolidó este año. Fijó su atención en la manifestación que calificó como “autentica y rebelde”. Sentenció además que “contribuye a elevar la moral del pueblo revolucionario”.

T/ Heberto Hernández
F/ María Isabel Batista