Isaac Chocrón les propuso a Román Chalbaud y a José Ignacio Cabrujas en los años sesenta, un ejercicio lúdico, un juego con el cual poder experimentar desde las entrañas del entonces naciente Nuevo Grupo, la creación teatral colectiva.
El juego consistía en que cada uno escribiría una obra dramaturgica breve (aproximadamente de media hora) con unas exigencias obligatorias para los tres: algunos elementos escenográficos (una carta, un traje viejo, por ejemplo), dos actores y una actriz, y una primera página común a partir de la cual se desarrollarían las piezas, de acuerdo a las temáticas y los intereses de cada uno.
El resultado fue Triángulo, un experimento teatral conformado por las obras Las pinzas de Chalbaud, Tradicional hospitalidad de Cabrujas y A propósito de triángulo de Chocrón. Una excelente oportunidad para comprobar la magia de la Santísima Trinidad del teatro venezolano en acción.
Uno de los proyectos escénicos de su tiempo más experimentales y más interesantes, según palabras del director Federico Pacanincs, quien tiene la responsabilidad de dirigirlo de nuevo, esta vez en el marco del ciclo teatral Isaac Chocrón: tres montajes, una pluma, que rinde homenaje al legado que dejó el maestro y se inicia nada más y nada menos con una obra que da cuenta, más allá de sus posibilidades de creación individual, sus creaciones en colectivo.
El ciclo se llevará a cabo en el Espacio Plural del Trasnocho Cultural como parte de las actividades vinculadas al aniversario número 75 del Centro Venezolano Americano, del cual Chocrón fue director por mucho tiempo.
Pacanins asegura que la pieza ha sido poco representada en Venezuela. En relación al montaje atiende un principio básico de dirección: ser fiel al texto dramático y a las ideas del autor. “Lo que hicimos fue dinamizar el montaje, porque originalmente fue concebido para que después de cada pieza el público saliera y volviera entrar a sala para ver la próxima”, indicó.
En el espectáculo que se estrenó ayer, las tres piezas se presentan consecutivamente, separadas por elementos musicales y escénicos que dibujan los límites de las tres obras.
El director recuerda una frase que Chocrón esgrimió en relación al experimento teatral “Para jugar en serio con elementos dados”. En este sentido, a pesar de los lineamientos formales del ejercicio, el director señala que la libertad de los dramaturgos estuvo en la temática.
TRES MIRADAS
Las pinzas de Chalbaud es una obra perteneciente a la etapa en la que Chalbaud explora las posibilidades del teatro del absurdo para dibujar la realidad, explicó Pacanins, “todo lo que parece no es”. Tradicional hospitalidad, es una obra más clásica en cuanto a su estructura, que además escudriña el conflicto del exilio. Y finalmente, en A propósito de triángulo, Chocrón aborda “el arte del actor examinando en escena”: el teatro viéndose a sí mismo como representación.
No obstante, con todas las diferencias narrativas y dramáticas, los tres dramaturgos ponen el acento en la incomprensión, “si hay algo común en los tres argumentos es el tema de la incomprensión. Los tres autores, en cierto modo trabajan la incomprensión en las relaciones de los seres humanos. Los personajes no se entienden entre sí y uno tampoco los entiende como espectador”, explicó.
UN HOMENAJE
Pacanins informó que el ciclo que homenajeará al dramaturgo incluirá dos obras más. La segunda es Simón, una pieza sobre Simón Bolívar, “un homenaje bellísimo al Libertador, en cuanto a escena, que trata su transito desde que muere su esposa, hasta que hace el juramento en el monte sacro. El Bolívar de la obra es un Bolívar civil, un Bolívar joven que no haya que hacer con su vida porque está desconsolado por la muerte de su esposa”, adelantó el director.
La tercera pieza es Tric Trac, cuyo elenco está conformado solo por mujeres, “una de las obras raras de Chocrón, que más se entiende”, dice Pacanins, quien además agrega que “si se rinde un homenaje a Chocrón y se trata de examinar su carrera es imposible ignorar el Nuevo Grupo y ver que no solo trabajaba individualmente, sino que lo hacía con un colectivo”, esgrimió.
Asimismo, explicó que las tres piezas ofrecen un recorrido por varias facetas teatrales de Chocrón importantísimas y en ocasiones, poco conocidas: la creación colectiva, la mirada histórica y la experimentación.
En cuanto a la importancia de Chocrón en la historia del teatro venezolano, Pacanins advierte que es enorme “primero porque tiene una fase como promotor del teatro, al punto de crear el Nuevo Grupo, la Compañía Nacional de Teatro, haber llevado mucho tiempo lo que fue la primera etapa de la Escuela de Artes de la UCV; es decir produjo instituciones para la colectividad y no es poca cosa”.
“Como dramaturgo examinó con una mirada lúdica y aguda a la sociedad venezolana” y como tercer punto de importancia, el director agregó, “la obra de Chocrón tiene piel escénica, es decir, lo que se lee está hecho para ser representado, no para ser disfrutado como literatura”, explicó.
