Cuatro empleados de la Unesco llegaron este lunes a la antigua ciudad siria de Palmira para evaluar los daños infligidos por los terroristas de Daesh a esta localidad histórica.
En este sentido, la jefa del grupo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, en inglés), Micheline Rusler, declaró que los monumentos de Palmira declarados Patrimonio de la Humanidad sufrieron daños, pero se conservaron en general.
La experta aseguró que los monumentos arqueológicos «aunque sufrieron daños, no parecen haber perdido su integridad y autenticidad», aunque señaló que son estimaciones previas y «es necesario estudiarlo adicionalmente».
De acuerdo con valoraciones anteriores, los monumentos antiguos de Palmira se han conservado en un 80 por ciento.
Los terroristas lograron destruir edificaciones tan importantes como los Templos de Bel y de Baal Shamin, el Arco del Triunfo y la Columnata del Valle Funerario, y dañaron edificios de la Ciudadela de Salah al-Din y el Museo Nacional.
Expertos sirios sostienen que la parte destruida de esta ciudad antigua podría reconstruirse en un 70 u 80 por ciento y que el trabajo llevará de 3 a 5 años. Las piedras se tomarían de la cantera de Al Tar, cercana a Palmira, donde extraían el material los constructores antiguos, según se cree.
Los expertos sirios visitaron Palmira por primera vez el 31 de marzo, pero no pudieron acercarse mucho a los monumentos debido a la abundancia de minas, solo sacaron numerosas fotos, a partir de las cuales ya se hizo un estudio preliminar.
El EIIL se hizo con el control de Palmira en mayo de 2015, una ciudad conocida como la «perla del desierto» e inscrita por la Unesco en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, y destruyeron las tumbas y torres famosos de esta ciudad.
El pasado 27 de marzo, el Ejército sirio anunció la recuperación de la ciudad antigua de Palmira.