Uno a veces lo olvida pero cuando un voto revolucionario queda registrado se produce un eco histórico muy profundo que llega a los corazones y a las cabezas de los pueblos hermanos sin importar a qué distancia se encuentren.
Es un sonido peculiar, una especie de pálpito acompañado por emociones que dejan ver con claridad que hay futuro, que hay horizonte y que se puede salir del muladar nauseabundo del capitalismo cuando, también, millones de votos se vuelven clamor mundial de socialismo naciente.
¡Esa es la comunicación nueva que tanta falta nos hace!
Claro que se necesita ser conscientes y estar movilizados para que ese mensaje que sale de los votos revolucionarios se expanda además de modo contagioso. Como debe ser.
Esto explica por qué todas las veces que los votos revolucionarios de Venezuela se han expandido por el mundo, han creado una hermandad histórica planetaria que hoy se comporta como bandera socialista que resucita esperanzas e ilumina batallas. Eso es una gran responsabilidad de amor que solo con amor se paga.
Escucha Venezuela cómo un planeta entero sabe de ti y aguarda tus luces. Escucha bien para que no se pierda uno solo de los anhelos mundiales que te quieren libre, firme y a la vanguardia… porque nos haces mucha falta.
Escucha bien el efecto de tus votos revolucionarios en los corazones revolucionarios del planeta, escucha esa comunicación que eres tú, Venezuela.
A estas horas el mundo aguarda ansioso uno de esos buenos nuevos mensajes contundentes que saldrá de la voluntad electoral revolucionaria venezolana que, ya sabemos, no lo es todo pero es un signo poderoso de los tiempos en los que queremos aprovechar nuestro tiempo para transformar todos los tiempos.
¡Con socialismo y más socialismo!