Con 10 niñas y niños se fundó el primer Coro de Manos Blancas de Japón

En octubre el grupo se presentará en Soma

El primer Coro de Manos Blancas creado en Japón, inspirado en el modelo de la agrupación originaria del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, realizó un ensayo abierto el pasado mes de junio en Tokio. Con esta actividad, 10 niños con discapacidad auditiva se convirtieron en los pioneros del Programa de Educación Especial en la nación nipona.

Este proyecto, que busca la integración social en el país asiático, cuenta con la orientación virtual de instructores y docentes del Sistema en Barquisimeto, estado Lara, junto a la coordinación y la asesoría en Japón de la cantante Érika Colón, esposa del embajador de Venezuela en Japón, Seiko Ishikawa, y además es conocedora del lenguaje de señas, informa una nota publicada en el sitio Fundamusical.org.ve.

De igual forma, la delegación diplomática venezolana tiene previsto un concierto del Coro Manos Blancas de Venezuela, que se presentará con un conjunto musical de la ciudad de Soma en octubre. El objetivo es profundizar el intercambio educativo mediante este proyecto orientado a favorecer a niñas y niños con pérdida de la audición o diagnosticados con autismo.

Actualmente, más de 2.000 niños y jóvenes se han interesado en formar parte los programas del Sistema en Japón, que contempla este formato artístico denominado Coro de Manos Blancas, en el que los integrantes interpretan grandes obras corales y del canto popular siguiendo los gestos del lenguaje de señas, con sus manos vestidas por los característicos guantes blancos.

Esta iniciativa comenzó a gestarse durante una visita de la Orquesta Sinfónica Teresa Carreño al continente asiático, en 2015. En medio de la programación y las actividades educativas realizadas en esta gira, las autoridades japonesas manifestaron su interés en promover los Programas de Integración Social del Sistema, principalmente todos los relacionados con la educación especial. Hasta el momento, se han creado tres nuevos núcleos de enseñanza musical en Japón.

EL SISTEMA LLEVÓ SONRISAS

La primera vez que Venezuela llevó su programa musical a Japón, este país asiático se encontraba golpeado por un fenómeno natural que azotó el estado de Fukushima, ocurrido en marzo de 2011. Luego del terremoto, y posterior tsunami, que dejó desolada la ciudad de Soma, se produjo la visita del maestro Frank di Polo a una escuela que albergaba a niñas y niños que perdieron a sus padres.

En esa primera experiencia muchos infantes lograron recobrar su sonrisa, según el testimonio del propio Di Polo, y desde entonces, hasta la fecha, la enseñanza musical ha continuado con nuevos programas en las diferentes escuelas que han adoptado la práctica colectiva de la música como proyecto educativo.

T/ Redacción CO
F/ Cortesía
Caracas