Con bloqueo al combustible tampoco han podido con Venezuela

El imperio estadounidense, en connivencia con gobernantes que actúan como sus súbditos, ha desatado una feroz guerra contra Venezuela con un despiadado bloqueo que en los últimos meses se ha centrado, entre otros elementos esenciales, en el combustible. Sin embargo, por esa vía tampoco han podido doblegar al pueblo venezolano

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Un par de meses atrás, un grupo de organizaciones supuestamente defensoras de los derechos humanos en el país, entre ellas Provea, emitieron un comunicado en el cual solicitaban al Gobierno de Estados Unidos no bloquear los envíos de diésel desde diferentes partes del mundo hacia Venezuela.

El sorpresivo documento suscrito por esas organizaciones, abiertas promotoras de las ilegales medidas coercitivas impuestas por el imperio estadounidense en contra del pueblo venezolano -eufemísticamente llamadas “sanciones”-, respondía a los anuncios de los genocidas de Washington de endurecer, todavía más, el despiadado cerco, apuntando precisamente al combustible, con el obvio fin de paralizar nuestra nación y encender la mecha de la explosión social que tanto han estado buscando durante un par de décadas, aunque con seguridad esto último no preocupa para nada a las mencionadas ONG.

En efecto, a finales de julio se conoció un reporte de la agencia Argus Media, firmado por Patricia Garip, en el cual se daba cuenta de que Repsol, de España, Eni, de Italia y Reliance, de India, habían “estado participando en estas transacciones (de diésel) con Pdvsa, de propiedad estatal de Venezuela, con una autorización silenciosa de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de EEUU”, pero la administración de Donald Trump se proponía impedirlo en adelante.

No se trataba, ni se trata, solo del diésel, sino también de la gasolina y todos los aditivos químicos necesarios para poner a funcionar nuestras refinerías, convirtiéndolas en objetivos de su guerra multiforme, al igual que lo han hecho con nuestra industria petrolera en términos generales, nuestro sistema eléctrico y demás servicios públicos esenciales, bajo el macabro plan de pulverizar nuestra economía y doblegar al pueblo venezolano sometiéndolo a innumerables penurias de todo tipo.

Esa “autorización silenciosa” para que las mencionadas empresas trajeran diésel a nuestro territorio estaría siendo revisada por altos funcionarios del Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional del imperio, según el despacho de la agencia Argus Media, los cuales en ese momento estaban “reconsiderando la exención, por las preocupaciones de que está ayudando al presidente Nicolás Maduro a permanecer en el poder”, lo cual, al parecer, originó el lloriqueo epistolar a sus amos imperiales de las mencionadas organizaciones “de derechos humanos”.

Para quienes tengan algunas dudas sobre el daño que pudiera ocasionar el bloqueo al diésel es bueno precisar que este hidrocarburo es fundamental para la generación de la energía eléctrica, casi todo lo relacionado con la agroindustria y el transporte público, entre otras áreas vitales.

PIRATERÍA

Semanas atrás, el exsecretario general de la antigua Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, pegaba lecos digitales y gimoteaba a través de su cuenta en la red social Twitter, debido a que tras horas en una cola, no había podido surtir su vehículo de combustible.

David Paravisini: Las trabajadoras y los trabajadores de los CPT están dando la batalla, recuperando sus unidades de producción contra todo pronóstico.

Este exdirigente copeyano cuenta con un nada envidiable historial de atropellos al pueblo, entre los cuales se cuenta su vínculo, como secretario de Gobierno del entonces presidente de la República Luis Herrera Campíns, cuando ocurrió la “masacre de Cantaura”, el 4 de octubre de 1982, en la cual 23 indefensos jóvenes venezolanos fueron asesinados a mansalva por los cuerpos represivos del Estado.

El mismo Aveledo, como máxima autoridad de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, fue quien dejó sin su principal pasatiempo a millones de venezolanas y venezolanos en diciembre de 2002, sumando al circuito rentado de nuestra pelota al paro golpista terrorista con origen en la tecnocracia de la industria petrolera y cuyo fin era derrocar al Gobierno del comandante Hugo Rafael Chávez Frías. En aquella oportunidad, es indispensable recordarlo, también dejaron sin combustible a nuestro pueblo.

Es el mismo sujeto, necesario es subrayarlo, que como dirigente de la más rancia oposición al presidente legítimo y constitucional de nuestra patria en la actualidad, Nicolás Maduro Moros, ha convalidado abierta o solapadamente la violencia, los intentos sediciosos, la salvaje guerra económica, financiera y comercial y, no faltaba más, las solicitudes de “sanciones” contra Venezuela, hechas en todo el mundo por sus correligionarios de la extrema derecha.

Esas medidas ilegales e inhumanas, por cierto, adquirieron nuevas dimensiones cuando Donald Trump solicitó y obtuvo de la Corte de Columbia autorización para incautar barcos iraníes cargados de combustible con destino a nuestro país. Es decir, en ese momento, al aspirante a emperador del mundo el tribunal de un estado, tomándose atribuciones extraterritoriales que nadie le ha otorgado, le dio carta blanca “legalmente” para cometer actos de piratería en alta mar.

Acciones filibusteras que no se han limitado a las embarcaciones persas. El 30 de junio, la agencia de noticias Associated Press (AP) difundió un despacho en el cual dejaba al desnudo que “…Estados Unidos ha tratado por meses de frenar los cargamentos de combustible de y hacia Venezuela, con la esperanza de que eso acelere la caída de Nicolás Maduro, al privarlo de los ingresos petroleros que son el principal sostén de su gobierno socialista. Pero los más perjudicados han sido los venezolanos, que tienen que esperar días para llenar los tanques de sus vehículos por la escasez de gasolina refinada en el país”.

En la misma información la agencia, cuya línea editorial siempre ha estado vinculada a la guerra mediática contra nuestra patria, por lo cual nadie podría endilgarle tendencias “chavistas”, daba cuenta de que el imperio estaba impidiendo el paso de embarcaciones de ese tipo hacia nuestra nación.

De hecho, AP apuntaba que entre los barcos secuestrados estaban algunos propiedad del empresario griego Evangelos Marinakis, quien también es dueño del club de fútbol Olympiakos.

Igualmente, Associated Press reseñaba que por esos días –ya entrando julio- “… las autoridades estadounidenses ofrecerán en subasta el cargamento” del barco Alkimos, uno de los ‘incautados” en el contexto de sus actos de piratería descarada, fondeado para ese momento en Houston con 100.266 barriles de gasolina de alto octanaje, valorados en 5 millones de dólares.

En esa misma línea, durante su presentación del Proyecto de Ley Antibloqueo ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el 29 de septiembre, el presidente legítimo y constitucional de la República, Nicolás Maduro Moros, denunció que los genocidas de Washington, con el inevitable respaldo de su títere autoproclamado, confiscaron tres barcos con 3 millones de barriles de gasolina, destinada a cubrir las necesidades de aquel mes.

La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez Gómez, informó que Ley Antibloqueo permitirá proteger a quienes son perseguidos por el Gobierno estadounidense y sus secuaces

GENERAR DESESPERO

“La estrategia de Estados Unidos es generar un cerco y asfixia, para que la gente se desespere y crear la crisis de los servicios, el eléctrico, el agua, el gas; el tema del combustible es clave, porque afecta el transporte de alimentos, los insumos necesarios para la producción agrícola, pesquera, por eso es un objetivo de guerra. La situación nuestra es porque se trata de una tecnología en las refinerías donde se producen estos combustibles, gasolina, diésel, kerosene y el fuel oil, es que son estructuras dependientes y en Pdvsa se trabajó para que la dependencia fuera total, de tal manera que aquí no se produjera pero ni un tornillo para esas refinerías, pero no solamente fue una dependencia tecnológica, sino que además se trataba de tecnologías que fuesen incompatibles unas con otras. Es decir por ejemplo, que para la producción de gasolina de El Palito, ni una tuerca, ni un tornillo es intercambiable con los de Amuay o de Cardón, que entre ellas, una al lado de la otra, también son totalmente incompatibles. Crearon esa situación de dependencia, que a su vez en un momento de crisis como esta refleja esa fragilidad”, explica el experto en materia petrolera David Paravisini.

“Nos atacan cerrándonos la venta de repuestos, catalizadores y otros insumos que son normales en la producción de gasolina, que se pueden elaborar aquí y de hecho se están produciendo aquí, pero en un momento de estas crisis crean esta dependencia; por otro lado, la propia tecnoburocracia de Pdvsa, que en muchos casos retrasa, actúa de manera corrupta, solamente avanza si van a recibir comisiones o saboteando. Sin embargo, están los trabajadores que se han organizado, atendiendo al llamado del presidente Nicolás Maduro Moros, en los Consejos Productivos (CPT) y están asumiendo la producción, resolviendo los problemas que parecieran insalvables en El Palito, Cardón, Amuay, San Roque, Bajo Grande, dando respuesta a la necesidad de estabilizar nuestro sistema de producción de combustible, lo cual a su vez hace fracasar todos los intentos de generar ese malestar”, agrega.

Paravisini, quien es constituyente, continúa apuntando: “… Por un lado está el sabotaje, con la corrupción y la tecnoburocracia, impidiendo que las trabajadoras y los trabajadores resuelvan el problema de la producción de combustible y con ello aliviar la situación de servicios, pero además tratan de aparecer como que ellos tienen la solución, porque pueden mandar los barcos, etc., pero el tema es de un simplismo muy estúpido políticamente, porque el pueblo venezolano y el mundo entero entiende que lo que está en juego es la libertad y la independencia de Venezuela. Ya no hay nadie por más tonto que sea, que no se dé cuenta de que Estados Unidos quiere agarrarse el país, todas las materias primas, gobernar nuestro país de acuerdo a su visión y sus intereses y esto llevaría a que habrá la gasolina que ellos quieran, no la que necesitamos y al precio que ellos decidan, porque así hace EEUU en todos esos Estados que ellos manejan como colonias, tal el caso Puerto Rico, de Haití, donde hacen exactamente lo que les da la gana. Las venezolanas y los venezolanos ya saben, inclusive los de oposición pero patriotas, que lo que está en juego es la soberanía nacional”.

CAPACIDAD PARA PRODUCIR

Con énfasis, el ingeniero asegura: “… Tenemos capacidad para producir toda la gasolina que necesitamos en y además, suficiente para exportar y convertir eso en una actividad que efectivamente le dé soporte total a nuestra economía. Debemos tener confianza y fe de que eso está pasando en estos momentos, hay que poner toda nuestra voluntad, toda nuestra energía, sabiendo que las trabajadoras y los trabajadores de nuestras refinerías lograrán superar los escollos que imponen la guerra externa y los saboteadores, los corruptos que retrasan las operaciones. Por supuesto, Estados Unidos, no desde su administración actual, recordemos que desde que el presidente Chávez ganó en 1998 nos han atacado y que estuvo aquí un agente que originó nuestra mayor fragilidad, Rafael Ramírez, quien no desarrolló las inversiones en gas, en las refinerías, comprometió totalmente nuestro aparato productivo. Venezuela debe resistir a ese ataque brutal de las transnacionales petroleras y los agentes económicos y financieros que están detrás de nuestras riquezas”.

David Paravisini sostiene: “… Venezuela puede refinar 1.300.000 mil barriles diarios de gasolina con tecnología de punta, muy avanzada (…), tenemos una capacidad instalada y esa es nuestra gran fortaleza. Hay saboteadores que quieren impedir que las trabajadoras y los trabajadores de los CPT recuperen la industria, esa es una batalla que se está dando, ellos están recuperando sus unidades de producción contra todo pronóstico, con todas las dificultades”.

Mientras tanto, desde el 5 del corriente mes se ha ido normalizando la distribución de gasolina. Usuarias y usuarias están utilizando cada vez menos tiempo en abastecer sus vehículos en sana paz, sin atender a los llamados a violencia de quienes, pese a sus intentos de bloquear el suministro de combustible a nuestra patria, por esa vía tampoco han podido con Venezuela.

CONTRA EL BLOQUEO

Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez Gómez, en declaraciones suministradas al periodista Ernesto Villegas en el programa Aquí con Ernesto, transmitido por Venezolana de Televisión el pasado domingo 18 del corriente, aseguró que la Ley Antibloqueo permitirá proteger a quienes son perseguidos por el Gobierno estadounidense y sus secuaces, al intentar comerciar con nuestro país rubros esenciales, tal es el caso, por ejemplo, del combustible.

“Esta ley quita el velo del bloqueo y ofrece mecanismos para que el inversionista tanto nacional como internacional pueda tener un desarrollo seguro de sus inversiones en el país. Esos serán ingresos para el país”, enfatizó en el programa conducido por Ernesto Villegas, quien también es ministro del Poder Popular para la Cultura.

T/ Jimmy López Morillo
F/ Archivo CO