Con la Constitución de 1999 decidimos ser libres, soberanos y bolivarianos

El 2 de febrero de 1999, día en que Hugo Chávez asume el poder juramentándose como Presidente, estuvo lleno de detalles significativos. Primero llegó a pie al Palacio Legislativo en medio de una algarabía popular. Luego se juramentó ante la “moribunda Constitución” pronunciando el discurso de asunción más largo dado por algún Presidente venezolano. Luego retornó a pie a Miraflores, pasando por la Casa Amarilla. En Miraflores le abrió por primera las puertas al pueblo. Allí firmó el decreto llamando a un referendo consultivo que permitiera convocar a la Constituyente, con lo cual, en el primer día de gobierno, cumplió una de sus principales promesa de su campaña electoral.

Las palabras de juramento quedaron para la posteridad, como las del famoso “por ahora”, de la rebelión del 4 de febrero.

Con el presidente Rafael Caldera al lado, como una especie de testigo y con cierta resignación ante el peso histórico del momento, Chávez cortó con un historial protocolar de juramento de más de cien años y dijo lo que llevaba por dentro, dejando para lo último el obligado “lo juro”:

“Juro sobre esta moribunda Constitución. Juro delante de Dios, juro delante de la Patria, juro delante de mi pueblo que sobre esta moribunda Constitución impulsaré las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Lo juro”. Diez meses después, el 15 de diciembre de 1999, en un día empañado por la tragedia y el deslave de Vargas, que llenó de luto a toda Venezuela, el pueblo aprueba con su voto, por primera vez en su historia, la nueva Carta Magna bajo el nombre de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

El referéndum consultivo, cuya propuesta abrió un intenso debate entre juristas, fue convocado para el 25 de abril de 1999. Luego del triunfo del Sí en el referéndum, en julio de esa año se llamo a elecciones para elegir a los constituyentes.

Ricardo Combellas, un jurista electo como constituyente en las filas revolucionarias y quien luego se distanciaría, relata los pormenores de aquella elección

“El triunfo del bloque chavista, el llamado “Polo Patriótico”, en las elecciones de los representantes a la ANC fue apabullante (de 131 miembros, 126 fueron promovidos por el Polo Patriótico), lo que significó que instalada la ANC a principios de agosto, esta se declaró poseedora de facultades originarias, lo que se interpretó como subordinación de los poderes establecidos a sus dictados, y para no dejar margen a interpretaciones dudosas, pronunciar formalmente que “la Constitución de 1961 y el resto del ordenamiento jurídico imperante, mantendrán su vigencia en todo aquello que no colida o sea contradictorio con los actos jurídicos o demás decisiones de la ANC”. Sendos decretos sobre la reorganización de los órganos del Poder Público, y en especial los referidos al Poder Legislativo y al Poder Judicial, fueron palmaria manifestación del uso efectivo de las amplias atribuciones de la ANC.

No obstante, ello no fue óbice para que el año 1999 transcurriera dentro de una fuerte polémica sobre la naturaleza, alcances y límites de los poderes de la ANC, polémica que solo fue zanjada por otra sentencia de la Corte Suprema de Justicia, igual de controvertida que la antes mencionada, dictada en el mes de octubre de 1999, donde se declara la supraconstitucionalidad de la ANC, es decir sus poderes no podrían ser limitados por la Constitución de 1961, lo que hacía del juramento de Chávez sobre la Constitución que llamó “moribunda” en el acto de asunción de la Presidencia de la República, no una mera frase retórica sino una palpitante y efectiva realidad.

El pueblo de Venezuela

La Constitución fue aprobada por mandato del pueblo en ejercicio de su Poder Constituyente con 3 millones 301 mil 475 votos a favor del Sí, equivalente al 71,78 por ciento del electorado.

En medio del dolor por las miles de víctimas de la tragedia de Vargas, la nueva Constitución fue celebrada como un hito histórico y un hecho trascendental . Por primera vez el pueblo participaba en la hechura del articulado legal. Miles de propuestas fueron recogidas en todo el país.

El preámbulo, escrito por el poeta Gustavo Pereira, considerado una hermosa pieza, recoge los anhelos del pueblo venezolano y aboga en cierto modo por la implantación de un mundo posible.

“El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad; en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente Constitución”, indica el preámbulo.

Innovadora

Entre los principios fundamentales de la nueva Carta Magna, el articulado en general, las innovaciones y aportes, se ha producido una abundante literatura. Entre ellos se señala el capítulo de los derechos humanos, considerado entre los más avanzados del mundo . La Constitución de 1999 eliminó el Senado, introdujo el referéndum revocatorio a mitad del mandato, otorgó voto a los militares, reconoció los derechos y la igualdad de las mujeres, reconoció los derechos de los pueblos indígenas, creó el Poder Moral, y el Poder Electoral, sentó las bases del Poder Popular. Con su carácter y espíritu bolivariano recogió el legado del Libertador Simón Bolívar.

“La Constitución venezolana de 1999 se convirtió en la primera en reconocer los derechos de los pueblos indígenas, estableciendo como oficiales sus lenguas y reconociendo derechos sobre los territorios ocupados ancestralmente. Desde el punto de vista ambiental, esta constitución es pionera en la región al reconocer derechos ambientales, entre ellos, el derecho de los ciudadanos a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado”, indica una reseña del portal Tele Sur.

Entre otros asuntos de índole ambiental, la Constitución establece: Todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañadas de estudios de impacto ambiental y sociocultural; el Estado impedirá la entrada al país de desechos tóxicos y peligrosos, así como la fabricación y uso de armas nucleares, químicas y biológicas ; el Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población; es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro; toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado; el Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica; el genoma de los seres vivos no podrá ser patentado, y la ley que se refiera a los principios bioéticos regulará la materia; es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley .

Por su profundo contenido social, y por recoger los sueños de redención libertaria, luego de más de 500 años de lucha, de derrotas, de resignación, y por haber permitido sentar las bases para la refundación de la Patria, Chávez la consideró la mejor Constitución del mundo. De hecho la oligarquía venezolana, junto a los partidos políticos y los medios de comunicación la combatieron y la satanizaron en una feroz campaña .

Tras el fugaz golpe de abril de 2002, una de las primeras medidas de Pedro Carmona Estanga fue derogarla mediante un decreto, en medio de los aplausos de la jauría presente en Miraflores. También arrojaron al baño el retrato de El Libertador.

T/ Manuel Abrizo
F/ Archivo CO