La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) será asumida por el arzobispo de Cumaná, Diego Padrón Sánchez, hasta el año 2015.
Según el artículo 1 de la constitución de la Conferencia Episcopal de Venezuela, ésta «asocia a los Obispos de la República para ejercer unidos (…), algunas funciones pastorales (…) según la norma del derecho, el mayor bien que la Iglesia proporciona a los hombres», sin embargo, las posiciones del cónclave criollo descalifican permanentemente la gestión progresista del Ejecutivo nacional, que de acuerdo con un informe de la encuestadora Grupo de Investigación Social, Siglo XXI (GIS XXI), cuenta con 70% de aceptación.
La CEV, con el comienzo de la semana y del año, hizo saber al país el nombre de la persona que la presidirá, un acto que busca refrescar su cuestionada imagen alejada de lo religioso y cercana a lo político.
«El podio cambia de nombre, mas no de posición. Diego Padrón Sánchez, arzobispo de Cumaná, fue seleccionado para ejercer la titularidad de la Conferencia Episcopal hasta el 2015», según nota de prensa divulgada por la CEV.
«Entre las tareas iniciales de esta nueva directiva está la de aprobar el plan trienal a ser aplicado en el país en el período 2012 al 2015», agrega el texto.
Sin embargo, la posición es conocida. Hace justamente un año Padrón rubricó las conclusiones de la 95 Asamblea Ordinaria que desconoció a la Ley Habilitante otorgada por el Parlamento al jefe de Estado, Hugo Chávez, y la calificó de «inaceptable».
En una rueda de prensa, el ahora directivo de la CEV señalaba: «Las recientes leyes aprobadas amplían el círculo de la pobreza».