La “Majlis del pueblo tártaro de Crimea” que pretende representar los intereses de todo el pueblo tártaro de Crimea fue creada bajo el liderazgo de movimientos nacionalistas en Asia Central. La tarea principal que ésta proclama es “reintegración en los derechos nacionales y políticos al pueblo tártaro de Crimea, realización del derecho de libre autodeterminación en su territorio nacional.”
Majlis está integrado por 33 personas y presidido por Refat Chubarov (hasta noviembre de 2013 – Mustafa Dzhemilev) quien conduce dicho grupo junto con el “coordinador del bloqueo civil de Crimea” Lenur Islyamov. Cuenta con un sistema de jerarquía riguroso, un presupuesto propio, órganos de fuerza, de propaganda y de relaciones exteriores. No fue registrado jurídicamente en ningún país, ni siquiera en Ucrania: desde 1991 la organización rechaza categóricamente todo procedimiento formal, rehusando sintonizar su programa “Declaración del año 1990 sobre la soberanía nacional del pueblo tártaro de Crimea” con la legislación ucraniana.
A su vez Kiev, no insiste en legitimar a Majlis prefiriendo usarlo como contrapeso para movimientos patrióticos rusos en Crimea, sin tomar en cuenta que a partir de octubre de 1992, el Consejo Superior de la República Autónoma de Crimea (en aquella época entidad del Estado ucraniano) calificó a Majlis como “estructura inconstitucional”. Además, las autoridades ucranianas sí sabían perfectamente que Majlis en aquella época actuaba como un brazo de inteligencia para actores externos (los documentos de los servicios de inteligencia ucranianos que comprueban este hecho fueron divulgados en abril de 2016).
En la época cuando Crimea era parte de Ucrania Majlis practicaba usurpación de propiedades en gran escala, atizando conflictos religiosos y nacionales y provocando disturbios públicos que cobraban vidas humanas.
Cabe destacar que los mecanismos de derechos humanos internacionales registraban en aquel período numerosas violaciones contra los derechos de los tártaros de Crimea, incluyendo la impugnación de los derechos políticos de esa diáspora, el descuido con los problemas económicos y sociales de la población tártara, limitación del uso de su lengua, la poca representación de los tártaros de Crimea en los organismos gubernamentales, un número creciente de conflictos por razones confesionales y étnicos, etc. Los órganos de los tratados de derechos humanos de la ONU (Comité de Liquidación de Discriminación Racial, Comité de Derechos Humanos, Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales), así como los mecanismos europeos de derechos humanos estaban haciendo advertencias continuas a Ucrania sobre este asunto.
Tras la reunificación plenamente legítima de Crimea con Rusia, Majlis siguió divulgando declaraciones, montando manifestaciones no autorizadas, etc., lo que hizo prohibir la entrada de Mustafa Dzhemilev y Refat Chubarov al territorio de Rusia. A partir de septiembre de 2015, los majlistas organizaron un “bloqueo” de Crimea desde el territorio de Ucrania y volaron líneas de transmisión eléctrica para interrumpir el abastecimiento energético de la península, basado en el contrato comercial ruso-ucraniano. Tales actos dieron base jurídica para el reconocimiento de Majlis como una organización extremista, prohibiendo su actividad en el territorio de la Federación de Rusia.
En su turno, el Gobierno de Rusia desde 2014 ha venido desarrollando un plan integral de defensa y promoción de los derechos de tártaros y de otros grupos étnicos, que residen en Crimea, en aras de garantizar sus aspiraciones a ejercer derechos culturales, económicos y políticos, incluyendo a tener sus representantes en los órganos estatales. Los avances logrados en esta labor son grandes y hablan por si mismo. Por último, cabe destacar el rechazo a Majlis por la mayoría de tártaros, lo cual pone de manifiesto su iniciativa de crear una nueva organización representativa de tal índole en plena corcondancia con la legislación de Rusia.