El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, condenó este sábado por medio de un comunicado los ataques que se han producido a lo largo de esta semana a partir de un vídeo en el cual se ridiculiza al profeta Mahoma.
El comunicado expresó estar en contra de «la serie de violentos ataques contra embajadas e instalaciones consulares de Estados miembros en múltiples lugares», según reseñó el portal web de Prensa Latina.
La comunicación enfatizó su rechazo por la serie de ataques que se registraron de manera simultánea y que ha dejado saldos lamentables en los últimos días.
El origen de las protestas fue en Benghasi el pasado martes contra la sede del consulado de los Estados Unidos, evento en el que resultó muerto el embajador norteamericano en Libia, Christopher Stevens, y otros tres diplomáticos.
Las manifestaciones se han producido luego de la divulgación de una cinta estadounidense titulada La inocencia de los musulmanes, interpretada como una ofensa contra la religión musulmana y el profeta Mahoma.
El comunicado recordó acerca de «la naturaleza pacífica de los predios diplomáticos» señalando el carácter pacifista y conciliador de los representantes diplomáticos en dichas instancias.
Agrega el texto que cualquier ataque contra dichas es injustificable sin importar sus motivaciones, ni dónde ni por quién sean cometidos.
Además reitera los preceptos fundamentales de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y consulares y la obligación de los gobiernos de protegerlas y de prevenir la alteración de su tranquilidad.
Durante la semana se han producido hechos violentos antinorteamericanas en Egipto, Yemen, Marruecos, Sudán, Túnez, Bangladesh, Sri Lanka, Afganistán y Reino Unido.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció el uso de la libertad de expresión para provocar la intolerancia y el derramamiento de sangre, al condenar el filme producido en Estados Unidos.
La explotación de la ira de las personas solo alimenta la recriminación y la violencia sin sentido, dijo el titular de Naciones Unidas, quien al mismo tiempo criticó las acciones violentas registradas en el mundo.
Ban Ki-moon calificó de aborrecible la película, «diseñada para sembrar la cizaña de la intolerancia y el derramamiento de sangre».
Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, dijo que el documental es malicioso y deliberadamente provocativo.
El material refleja una imagen vergonzosamente distorsionada de los islamistas, apuntó la funcionaria en una declaración emitida en Ginebra.