El Consejo de Seguridad de la ONU analiza la situación humanitaria en Siria, apenas tres días después de que adoptara una resolución para lograr el fin del conflicto en el país levantino.
La sesión del órgano de 15 miembros, presidido este mes por Estados Unidos, busca garantizar la asistencia a las víctimas de casi cinco años de hostilidades, marcadas por el accionar de extremistas y mercenarios apoyados desde el exterior, en sintonía con el cambio de régimen que occidente y sus aliados árabes persiguen para Damasco.
Según datos de la ONU, la crisis es responsable de 250 mil muertos y 11 millones de desplazados internos y refugiados, además de decenas de miles de personas sitiadas por los combates, preocupaciones recogidas en la iniciativa aprobada por unanimidad el pasado viernes.
El Consejo de Seguridad se reúne en virtud de sus resoluciones que solicitan al secretario general Ban Ki-moon un informe mensual acerca de los progresos en el tema humanitario.
Como ha sido usual en los 21 reportes anteriores, el que se discute hoy responsabiliza sin distinciones al Gobierno, los opositores y los terroristas del drama humanitario imperante, una postura criticada por Siria.
Ban advierte sobre la continuidad de los enfrentamientos en todo el país, el accionar criminal del Estado Islámico en los territorios bajo su control y el sufrimiento de los civiles.
Asimismo, reitera la urgencia de llevar ayuda humanitaria a la población y de encontrar una solución política al conflicto, e insiste en su pedido de enviar el caso de Siria a la Corte Penal Internacional.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 2254 para impulsar el fin de la crisis.
El texto recoge una hoja de ruta hacia la paz, a partir de la instalación en enero de pláticas entre el Gobierno y los opositores y de un alto el fuego nacional, la elaboración de una nueva Constitución y la convocatoria a elecciones dentro de 18 meses.
Además, establece como prioridades la asistencia humanitaria a las víctimas del conflicto y el enfrentamiento al terrorismo presente en el país levantino, en particular el desatado por el Estado Islámico.