El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó este miércoles una resolución que condena al Gobierno de Siria por las “represiones” en contra de manifestantes opositores. El documento no contó con la aprobación de Líbano, cuyo representante en el organismo aseveró que la declaración no ayudará a solucionar la crisis existente en el país árabe.
Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron este miércoles que la condena se debe a las ”violaciones” generalizadas de los derechos humanos y el uso de la “fuerza” contra los civiles por parte de las autoridades sirias; agresiones que el Gobierno ha denunciado como ejecutadas por grupos de infiltrados.
La resolución fue leída por el presidente en turno del Consejo de Seguridad, el embajador indio Hardeep Singh Puri, quien señaló que tras la declaración, se insta al “cese inmediato de toda la violencia».
“Se exhorta a todas las partes que actúen con la máxima moderación y a que eviten las represalias, incluso los ataques contra las instituciones del Estado sirio”, resaltó el texto.
El texto aprobado también solicita a las autoridades sirias «el completo respeto a los derechos humanos» y que cumplan «con sus obligaciones bajo las leyes internacionales al respecto», a la vez que también insistió en que «los responsables de la violencia deberán rendir cuentas» por sus actuaciones.
“La única solución a la actual crisis en Siria es un proceso político interno sin exclusiones con el objetivo de responder efectivamente a las aspiraciones legítimas y las preocupaciones de la población», agregó el documento.
LÍBANO EN CONTRA
Aunque el máximo órgano de Seguridad de la ONU también lamentó en su declaración «la ‘falta’ de progresos» en la ejecución de «los compromisos de reforma anunciados por las autoridades sirias», el representante de Líbano anunció que su país se desvinculó de la declaración porque “no aborda la actual situación de Siria”.
El vocero indicó que «el corazón del pueblo libanés está con los sirios», y que “lamentan profundamente la muerte de inocentes» en la nación vecina, pero no considera que la resolución emitida este miércoles “ayude a solucionar” la “crisis” existente en el país árabe.
Hasta este martes, los 15 miembros del Consejo de Seguridad estuvieron sin alcanzar un acuerdo respecto a la atención que amerita la violencia en Siria.
En una rueda de prensa a horas más tempranas, el embajador ruso ante el organismo multilateral, Vitali Churkin, criticó que “echan toda la culpa a Damasco y creen que lo mejor es ejercer la máxima presión sobre el Gobierno sirio y asustarle con nuevas sanciones”.
“Naciones como Rusia ven más complicada la situación y piensan que el objetivo es incentivar al máximo un diálogo entre todas las partes para hallar una salida de la crisis”, indicó Churkin.
Según fuentes oficiales, al menos 340 personas han muerto desde mediados de marzo a raíz de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los detractores del gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad.
El Gobierno ha inculpado por la violencia a elementos terroristas, por lo que ha enviado carros de combate para hacer frente a los alzados en armas en barrios de la ciudad de Hama (centro).
Los países europeos en el Consejo de Seguridad, apoyados por Estados Unidos, deseaban una resolución de condena sin restricciones contra Al Assad.
Sin embargo, Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica (las economías emergentes del grupo Brics) mostraron una posición más flexible, que fue la de condenar la violencia por la que «todas las partes», no solamente las autoridades sirias, «deberán ser responsables».
Con estas posiciones, Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, habían amenazado con bloquear la resolución, mientras Brasil, India y África del Sur habían indicado que estaban contra una resolución o declaración que no fuera objetiva.
COMPROMISOS CUMPLIDOS
Desde mediados del mes de marzo pasado el país ha sido escenario de multitudinarias protestas a favor y en contra del Gobierno de Bashar Al Assad.
A raíz de las manifestaciones, el presidente de Siria, ha impulsado una serie de reformas como el levantamiento del Estado de Emergencia, realizado el 23 de abril, que estaba vigente desde 1963.
Al Assad anunció además que el próximo mes de agosto se celebrarán elecciones legislativas y que para el mes de septiembre habrá concluido el proceso de reformas; por lo que prometió modificar el manejo gubernamental de los medios de comunicación.
Del mismo modo, se comprometió a realizar las elecciones locales, otorgar la nacionalidad para los kurdos, acabar con la corrupción y crear los «canales adecuados» para la participación política.