La creación de los Consejos Productivos de Trabajadores (CTP), en el contexto del Estado de excepción y emergencia económica del pasado 8 de noviembre es un avance significativo hacia la conformación de una institucionalidad laboral típicamente socialista, como lo es la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal.
Los CTP tienen como objetivo impulsar la participación de la clase obrera como sujeto protagónico en la gestión de la actividad productiva desde las entidades de trabajo públicas y privadas. Lo específico de esta ley reside en que comprende a las empresas capitalistas del sector privado y tiene un alcance mas allá de lo simplemente reivindicativo, como son los sindicatos.
En la normativa actual los miembros de los CTP son designados de forma jerárquica. Seguramente en un futuro relativamente cercano serán elegidos por los propios trabajadores.
Un puntal básico de esta nueva institucionalidad laboral son las empresas básicas de Guayana, en las que los CTP, como parte del Plan Guayana Socialista, impulsarán la revisión de los procesos productivos y administrativos, superando las crónicas ineficiencias y la corrupción en las empresas básicas y los posibles intentos de sabotaje de la derecha que apunta al fracaso de la acción del Gobierno Bolivariano.
Los CTP son una forma de luchar contra la guerra económica, para asegurar el acceso oportuno a los bienes-salarios (alimentos, medicinas y bienes del hogar).
La búsqueda y construcción de opciones, para inventar, como decía el maestro Simón Rodríguez, nuestro socialismo siempre debe estar en la agenda del Poder Popular y de las respectivas organizaciones populares.
El socialismo puede surgir desde los territorios; pero también tiene el imperativo de conformase desde el propio seno de las fábricas, donde opera de forma inocultable la ley laboral del valor.