El líder del partido Nueva Democracia, Antonis Samarás, afirmó este lunes que no logró formar una coalición gubernamental tras las elecciones generales celebradas este 6 de mayo, donde su agrupación política fue la más votada seguido del socialdemócrata Pasok. Ambas toldas sólo consiguieron un total de 32,1 por ciento de los votos, por lo que no tienen la mayoría necesaria para crear una alianza.
«Hice todo lo que pude para conseguir resultados, pero fue imposible«, declaró Samarás, designado por el presidente griego, Karolos Papoulias, para intentar formar un nuevo gobierno, en momentos en que la mayoría del nuevo Parlamento se opone a las actuales medidas de ajustes impuestas por la Unión Europea (UE).
Samarás dijo que renuncia a formar ese gobierno, por lo que ahora será el líder del partido Syriza, Alexis Tsipras, quien recibirá este martes el encargo de formar el nuevo gobierno.
Según el líder de Nueva Democracia, «fuimos los primeros en avisar de las consecuencias del programa (de ajustes económicos). Los primeros en decir que podría suponer un riesgo de ingobernabilidad».
Atribuyó la pérdida de votos de las formaciones políticas tradicionales a los «duros recortes», que han aprobado «obligados» por Bruselas, Bélgica.
El ganador de los comicios legislativos de este domingo hizo estas declaraciones después de reunirse con Fotis Kuvelis, dirigente de Izquierda Democrática (Dimar), la sexta fuerza parlamentaria, que logró 19 escaños.
«Izquierda Democrática está a favor de un gobierno con la máxima legitimidad posible, popular e institucional», indicó Kuvelis tras su encuentro con Samarás, dentro de la ronda de contactos para tratar de cumplir la tarea de formar el gobierno de coalición.
«Pero un gobierno así no puede ser un gobierno de coalición entre Nueva Democracia y el Pasok, porque ayer (domingo) fueron castigados con el voto», dijo en referencia a la pérdida de 15 y 30 puntos porcentuales que sufrieron, respectivamente, los hasta ayer grandes partidos griegos.
El Partido Comunista también descartó un acuerdo con Nueva Democracia, mientras que los derechistas de Griegos Independientes rechazaron incluso reunirse con Samarás.
Los electores griegos, cansados de dos años de recortes, votaron por los partidos que se oponen a las medidas impuestas por la Eurozona para salir de la crisis económica. Nueva Democracia consiguió 108 escaños (50 de ellos como premio al ser la fuerza más apoyada), mietras que el Pasok sólo obtuvo 41.
Los Griegos Independientes de Panos Kammenos obtuvieron el 10,10 por ciento de los votos, seguido por el Partido Comunista de Aleka Papariga con 8,25 por ciento, mientras que los neofascistas de Amanecer Dorado un 6,76 por ciento.
La prensa indicó que los partidos contrarios a los ajustes económicos serían mayoría en el Parlamento heleno, dificultando los planes de la Troika, formada por el Banco Central Europeo, la UE y el Fondo Monetario Internacioanl (FMI).
Grecia ya cumple cuatro años de recesión que trajo como consecuencia fuertes protestas en las calles. Los griegos le han reprochado al Gobierno “por qué son los ciudadanos los que están pagando los errores de los políticos”.
El desempleo en el país sigue en aumento y ya pasa el 20 por ciento, mientras que la economía representa un poco más del 2 por ciento para Europa, lo que significa para la prensa local muchos años más de préstamos y maniobras para que la nación salga del sistema euro.