Por José Gregorio González|Consulta educativa (Opinión)

El anuncio realizado por el presidente Nicolás Maduro acerca del inicio de una consulta educativa a nivel nacional, exacerbó el ánimo de los extremistas de la oposición. Ya hemos observado como grupos de padres y representantes que se abrogan la facultad de protestar en nombre de las mayorías intentan crear una matriz de opinión negativa sobre el verdadero sentido de la consulta propuesta. Desconociendo el contenido de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, se dedican a mentir para crear miedos en la sociedad venezolana.

Así, escuchamos argumentos ya trillados exportados de su mentalidad disociada y que pretenden sembrar como una verdad indiscutible. Nuevamente usan el supuesto interés del Gobierno por implementar políticas educativas cubanas. Nada más alejado de la realidad. Con sus opiniones demuestran las intenciones ocultas que se mueven en sus sórdidos predios.

Todas las propuestas que se hagan desde el Gobierno siempre las encontrarán despreciables porque son para beneficio al pueblo.

La consulta educativa pretende acabar con el burocratismo, la desarticulación y la fragmentación del sistema educativo nacional. Con la participación de todos los integrantes de los colectivos educativos se busca afianzar las metas alcanzadas en los últimos 15 años. A partir de allí, proponer el diseño de un currículo nacional para refundar la institución educativa y fomentar un eje de libertades asociadas al logro de la felicidad suprema.

El empeño del Estado se focaliza en promover una educación de calidad en el contexto de la democracia participativa y protagónica que permita la defensa integral de la patria respetando la pluralidad del pensamiento y la formación de una cultura de paz y la promoción de la justicia social. Asimismo, persigue afianzar el respeto a los derechos humanos, la práctica de la equidad, el fomento de valores para la vida, la inclusión al sistema educativo, el derecho a la igualdad de género y el fortalecimiento de la identidad nacional.

Es imprescindible la participación de todas y todos para expresar las inquietudes y así construir la escuela que queremos.

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