Por segundo día consecutivo, Londres y el sureste del Reino Unido hacen frente a un nivel “muy elevado” de gases tóxicos. Una nube de partículas contaminantes y de arena del Sáhara cubre la capital y ha obligado a muchos británicos a modificar sus hábitos. El primer ministro David Cameron ha renunciado a correr el jueves.
“Si la Unión Europea se mueve, creo que podremos frenar el proceso de cambio climático más rápidamente. Mi objetivo, mi prioridad, es poner todas estas locomotoras en el camino correcto y dejar que avancen de manera que seamos capaces de tener un muy eficaz y jurídicamente vinculante tratado sobre cambio climático a nivel mundial para 2015, el año que viene”, dijo el secretario general de la ONU en Bruselas (capital de Bélgica).
La contaminación también ha sido visible en el norte de Alemania. La mala calidad del aire llevó el mes pasado a las autoridades francesas a imponer la circulación alterna en París (capital francesa) durante unos días.
A finales de marzo un estudio del Centro Común de Investigación (JRC, por su sigla en inglés), perteneciente al servicio científico de la Unión Europea, informó que si no se frena el cambio climático en el año 2080 morirán 100 mil personas más al año.
En el texto se detalla que muchos de ellos fallecerán por olas de calor, dolencias asociadas al aumento de las temperaturas, riadas, enfermedades relacionadas con agua no purificada o intoxicaciones alimentarias.
El jefe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas, Michel Jarraud, reveló recientemente que el calentamiento global no se ha detenido y que persistirá por siglos a pesar de los esfuerzos y las campañas promovidas por los Gobiernos del mundo.