Los manifestantes que respaldan el gobierno iraní han vuelto a salir a las calles del país para mostrar su apoyo al alatoyá Alí Jamenei. Después de casi una semana de protestas en contra de la corrupción y las políticas económicas del Gobierno, la tranquilidad se ha vuelto a establecer en el país por segundo día consecutivo.
La televisión estatal informó el jueves, 4 de enero, de nuevas concentraciones a favor del Gobierno en las ciudades de Isfahan, Mashhad, Orumieh, Babol y Ardebil. Los manifestantes han entonado cánticos y consignas alabando y apoyando al líder y atacando a Estados Unidos por su postura a favor de los opositores a la República de los alatoyá. Centenares de miles de personas ya mostraron su apoyo al líder Jamenei el miércoles en una veintena de ciudades provinciales.
El mismo miércoles las fuerzas gubernamentales dieron por finalizada la movilización civil que estalló el pasado jueves y que ha causado ya 23 muertos y más de un millar de detenidos, que afrontan delitos que pueden ser castigados con la pena de muerte. El comandante de la Guardia Revolucionaria iraní, Mohammad Alí Yafarí, aseguró que «la sedición había llegado a su final» y que «los enemigos saben que de ningún modo pueden amenazar a la República Islámica».
ROCE CON ESTADOS UNIDOS
Jamenei se pronunció esta semana por primera vez desde que empezaron los altercados y aseguró que las protestas estaban promovidas por «los enemigos de Irán». En concreto se refería a Estados Unidos y Arabia Saudí, a quienes Irán ha acusado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) y ante el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, de «interferir en sus asuntos internos».