Por Ana Cristina Bracho|Contra la humanidad (Opinión)

Dicen algunas malas lenguas que “el mundo se acaba este mes”, que el planeta no aguantará mas y nos desalojará condenándonos a desaparecer. Pocos creemos seriamente en esta imagen que se hace viral por las redes pero no por no creerlo el panorama luce menos escalofriante. ¿Qué tiempo es este? Este mes los terroristas acaban de tocar nuevamente Europa a un par de horas antes de que en Francia se produjera el vencimiento del Estado de Excepción. El autor, como el de Orlando y los de Bruselas, era un ciudadano de raíces árabes.

Turquía, la puerta de contención de Europa se ve en medio de un golpe de Estado en el que se mezclan autores y víctimas, amigos y cómplices. Tras esta acción la cantidad de detenidos alcanzaba en días recientes la alarmante cifra de seis mil mientras se iban sumando los despedidos y los asesinados, sin piedad ni proceso, en medio de las calles.

Si seguimos repasando el mapa y observamos, por ejemplo, como en lo simbólico y en lo concreto desde Londres o en los Juegos Olímpicos se le cierran las puertas a Rusia no tendremos mas remedio que preocuparnos y aceptar que la situación mundial en general luce bastante desesperada por lo que pretender que nuestro Continente se libre de semejantes situaciones sería absolutamente pueril.

Lo que nos ocurre deriva de ese contexto porque somos parte del mismo sistema y además hace un rato largo que el Continente viene dando pruebas de su inconformidad con su rol periférico, de simple reserva petrolera “a pata ‘e mingo” y campo para las compañías bananeras y sembradíos transgénicos de maíz y soja.

En ese contexto no queda sino aceptar que vivimos un tiempo en el que un puñado de humanos se ha propuesto seriamente terminar con la humanidad, en su totalidad pero sobretodo en la individualidad. ¿Puede destruirse la humanidad en un solo hombre? Un humano no es tan solo un cúmulo de agua dibujado en carne y hueso, es el miembro de una familia, de una historia y de una esperanza. Por eso, en estos tiempos la guerra pasa por el aislamiento; reducir la vida a realidades virtuales, atacar los países presentando las situaciones como inconexas, mostrar al otro como indigno, genética e incorregiblemente malo.

Para lograrlo, las noticias tienen cada vez mas caricaturas, los árabes son los autores de “todo lo malo”, los latinoamericanos padecemos “del mal gobierno” y los rusos puede que “vuelvan a ser comunistas”. Con estos escenarios la vida solo vale en el individuo que vive para defenderse y no tienen los humanos los mismos sueños y los mismos defectos. El peligro sin duda está en que en la medida que estas estrategias triunfen nos veremos cada vez mas amenazados como países y como especie porque la humanidad como sentimiento es la empatía innata entre los miembros de una misma especie.

@anicrisbracho

La verdad que estamos en un mundo sin precedentes en lo que se refiere al control mundial y dominio de paises que lo quieren todo, como es el caso de los aliados de EEUU y su grupo de la otan. El mundo en que estamos viviendo se ve amenazado, las guerras que estamos expuestos es una bomba de tiempo en europa, como es el caso de Turquia fiel conservador de los intereses petroleros de usa y su trafico, veremos que pasara en este mundo polarizado.