El contralor General de la República, Elvis Amoroso, rechazó este jueves las nuevas acciones promovidas por Juan Guaidó y sus aliados quienes en contubernio con el Gobierno de Donald Trump hacen lo imposible por impedir que buques iraníes cargados de gasolina lleguen a territorio venezolano.
“Da tristeza verlos a ustedes, venezolanas, venezolanos, haciendo largas colas por culpa de Juan Guaidó y sus aliados. Ellos se han hecho multimillonarios a cambio del sufrimiento de nuestro pueblo”, expresó el representante del Órgano Contralor a través de un audio.
Como consecuencia del bloqueo y ensañamiento del Gobierno norteamericano contra el pueblo de Venezuela, los tanqueros iraníes que vienen con un nuevo cargamento de combustible se han visto obligados a tomar una ruta más larga y peligrosa al tener que bordear las costas africanas por el extremo sur del continente madre para eludir los sistemas de geolocalización, por lo que se estima que lleguen al país a finales de septiembre.
Luego de recibido el primer cargamento de combustible iraní, el país intentó hacer una segunda transacción negociada bajo la modalidad FOB (free on board), es decir, que el combustible ya pertenecía a Venezuela aun dentro la embarcación de bandera iraní; no obstante, la nave fue interceptada y la carga incautada por la flota norteamericana.
Amoroso ratificó que el hostigamiento financiero promovido por Guaidó ha permitido además el despojo de activos de la República Bolivariana de Venezuela en el exterior, entre ellos Citgo y Monómeros. A eso sumó la venta del oro de todos los venezolanos que estaba en Londres.
Señaló que el mundo 150 países reconocen el Gobierno legítimo y constitucional del presidente Nicolás Maduro Moros, mientras que solo un pequeño grupo de 44 países se empeñan en bloquear y destruir a la patria, reseñó un boletín de prensa de la Contraloría General de la República.
“Venezuela es un país soberano, Venezuela se respeta; los venezolanos no merecemos tanto maltrato”, dijo Amoroso.
De igual manera aseveró que impedir a una nación la compra de insumos para hacer combustible, así como la gasolina ya terminada, encaja en la categoría de crimen de lesa humanidad, especialmente en situación de pandemia, que supone debe existir la solidaridad por razones humanitarias.
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