Tras 72 horas de intensa labor, los bomberos controlaron hoy el incendio en un almacén de fertilizantes en el sureño estado brasileño de Santa Catarina, con lo cual cesó la emisión de humo tóxico que cubría esa ciudad.
Se utilizaron 1,5 millones de galones de agua para apagar el fuego, que generó la combustión de nitrato de amonio, diafosfato amoníaco y cloruro de potasio, lo cual produjo una humareda blanca que se elevó a la atmosfera y se dirigía hacia Sao Paulo, Río de Janeiro y Espírito Santo, señaló un vocero del Cuerpo de Bombero.
Puntualizó que durante la madrugada de este viernes el viento cambio de rumbo y la nube tóxica cubrió la ciudad de Sao Francisco do Sul, lo cual motivó la alarma y la evacuación de los 42 mil habitantes de ese municipio.
Efectivos del Ejército y personal de medio ambiente colaboraron con los bomberos para evitar la intoxicación de la población.
Militares y expertos trabajan en la limpieza de la zona, mientras miembros de los organismos ambientales realizan una evaluación de las condiciones atmosféricas para saber si permiten a los residentes regresar a sus hogares.
Un total de 800 personas perdieron sus viviendas debido a la extensión del fuego y reciben asistencia en un albergue de la Secretaría de Servicios Sociales, mientras continúa en estado grave un bombero que apiró gran cantidad de humo.
Las escuelas, centros comerciales y el puerto de Sao Francisco do Sul permanecen cerrados y las calles están desoladas, mientras las pocas personas que se observan usan mascarillas.
La Policía mantiene bloqueado el acceso a esa ciudad y orientó a los residentes acudir al médico si presentan dolor de garganta, de nariz y en los ojos, náuseas y vómitos.
Las autoridades anunciaron el inicio de una investigación, en tanto crece la incertidumbre sobre los daños de ese humo.