La llegada de esta aeronave a Venezuela demuestra que el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar cumple con los estándares de calidad y seguridad aeronáuticas, ya que solo unos 20 aeropuertos en el mundo pueden recibir los Airbus A380 debido a que la mayoría tienen pistas demasiado cortas y estrechas
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Conviasa atendió, con el trabajo del talento humano de los Servicios Especializados Aeroportuarios y de sus equipos de apoyo en tierra, el vuelo del Airbus A380 procedente de Madrid, España, y mostró las capacidades y el equipamiento que tiene actualmente para consolidar la industria aeronáutica del país.
Esto afirmó el presidente del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), Ramón Velásquez Araguayán, en su cuenta en Twitter el pasado domingo, cuando el avión comercial más grande del mundo aterrizó por primera vez en Venezuela, en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, estado la Guaira.
Sin duda alguna, el arribo de esta aeronave a nuestro país pone de manifiesto que el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar cumple con los estándares de seguridad y calidad, ya que en la actualidad solo unos 20 aeropuertos en el mundo pueden recibir los Airbus A380 debido a que la mayoría tiene pistas demasiado cortas y estrechas o aún no están técnicamente preparados.
Un momento histórico
La llegada del Airbus A380, conocido como “el gigante del cielo”, ha generado interés en materia turística, y “marca un momento histórico en la aviación venezolana”, según lo manifestó el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) en su cuenta en Twitter.
La ruta entre Singapur y Sídney fue el primer vuelo comercial que realizó en octubre de 2007 el A380, que es una aeronave que mide un poco menos de 73 metros de largo, 24 metros de altura y pesa 560 toneladas. Tiene una capacidad para 509 pasajeros y tiene cuatro motores que desarrollan un empuje de 70.000 libras, que equivale a un aproximado de 3.500 carros.
Lo que distingue al Airbus A380 de otras aeronaves es que es más silencioso que los modelos más antiguos. Es considerado el avión más económico en su categoría porque gasta menos de tres litros de combustible para el transporte de un pasajero por cada 100 kilómetros, y además cuenta con un sistema inteligente que le permite frenar automáticamente cuando toca la pista.