Más de 50 mil personas se sumarán este viernes a una gran movilización en Santiago, capital de Chile, para manifestar su rechazo al megaproyecto energético de Hidroaysén en la Patagonia aprobado el pasado 9 de mayo y que implica la instalación de cinco centrales que inundarán unas 6 mil hectáreas.
La convocatoria, hecha por varias agrupaciones ambientalistas, entre ellas Acción Ecológica, partirá desde la Plaza Italia hasta la Plaza de la Constitución, frente al Palacio de La Moneda, en un trayecto que comprende además la emblemática Alameda de Santiago.
Demostraciones similares tendrán lugar este viernes, en forma simultánea, en 30 ciudades chilenas y en una docena de urbes de todo el mundo, según confirmaron líderes ambientalistas.
«La gente tomó la conciencia necesaria de que la naturaleza hay que protegerla, que es importante cuidarla porque dependemos de ella», afirmó el secretario Ejecutivo de Patagonia sin Represas, Patricio Rodrigo.
Por su parte, el académico de la Universidad de Chile, Roberto Román, sugirió evaluar otras fuentes de energía renovables no convencionales que pueden aprovecharse con mucho menor impacto para el medioambiente: geotérmica, eólica o solar.
Román aseveró que sería irreversible el daño que causará la iniciativa a las cuencas de los ríos Baker y Pascua (Patagonia), donde se proyectan construir las cinco represas, de donde partiría una sólo línea de trasmisión de más de 2 mil 200 kilómetros hasta los puntos de consumo.
Los pobladores de la austral región de Aysén, y los que estén en el largo recorrido de la línea de trasmisión que atravesará territorios mapuche, serán los principales perjudicados con la megacentral, remarcó el especialista.
Ante el contundente descontento del pueblo chileno, el ministro de energía, Laurence Golborne, aseguró que las preferencias por una forma de energía u otra no es lo más importante para los los responsables de llevar la política ambiental y energética de ese país.
El pasado 9 de mayo una comisión gubernamental dio el visto bueno al proyecto, rechazado por más del 70 por ciento de la población en Chile, según recientes encuestas.
Con una inversión de 3 mil 200 millones de dólares, HidroAysén planea construir cinco centrales, de 500 megavatios cada una en 10 años, extendiéndose entre la tercera y décima región de país, lo que significa más de 2 mil 200 kilómetros de tendido eléctrico.
Para Endesa, empresa encargada del proyecto, esta intervención es una “aportación muy importante” a la seguridad de suministro del país, según declaró a través de un comunicado, en el que calificó como “hito importante” la aprobación del proyecto.
HidroAysén planea instalarse para principios de 2014 en uno de los últimos territorios vírgenes del planeta, lo que ha provocado una movilización nacional decidida a frenar y defender el territorio de la Patagonia chilena, con el fin de evitar una catástrofe ambiental irreversible que ambientalistas y expertos han advertido.