Corea del Sur anunció ayer el bloqueo del intercambio comercial con Corea del Norte y reclamó disculpas a Pyongyang por el hundimiento de la corbeta «Cheonan», mientras advirtió que avanzará en una campaña diplomática «en todos los campos».
Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó el apoyo pleno de Washington a la decisión de Corea del Sur y dio órdenes a las fuerzas armadas norteamericanas para que coordinen tareas con las tropas de Seúl, con el objetivo de garantizar «la seguridad e impedir futuras agresiones».
El mandatario surcoreano, Lee Myung-bak, advirtió en un discurso que «llegó el momento de que el régimen norcoreano cambie y cesen las provocaciones militares de Pyongyang” y anunció maniobras militares en aguas que limitan con Corea del Norte, mientras la cancillería dijo que la campaña diplomática será «en todos los campos».
Obama dijo en un comunicado que las medidas adoptadas por Seúl son «totalmente apropiadas» y que Corea del Sur cuenta con el apoyo «inequívoco» de Estados Unidos para su defensa.
Mientras, en Pekín, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, sostuvo que Washington trabajará para evitar una escalada violenta en la península coreana y trató de integrar China a su posición, pero sin obtener ningún compromiso explícito de este país. Luego, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Ma Zhaoxu reiteró su llamado a la moderación de todas las partes implicadas “para tratar correctamente estas cuestiones relevantes».
El secretario de la ONU, Ban Ki-moon, declaró que confía que el Consejo de Seguridad tomará las medidas necesarias para poner la situación en orden la crisis entre las dos Coreas, para mantener la paz y seguridad internacionales.
A su vez, las autoridades norcoreanas amenazaron ayer con destruir los altavoces, instalados con fines propagandísticos por los soldados surcoreanos en la parte central de la zona delimitada que divide la península de Corea.
«Exigimos retirar inmediatamente todos los medios de presión psicológica sobre el Norte. En el caso de que la demanda no se cumpla y aparezcan nuevos instrumentos de presión psicológica, realizaremos un ataque para liquidarlos», declaró en un comunicado el comandante del Ejército norcoreano.
El buque surcoreano Cheonan naufragó el pasado 26 de marzo en el mar Amarillo y murieron 46 personas. Instructores de EEUU, Gran Bretaña y Australia que participaron en la investigación del incidente concluyeron que Cheonan fue hundido por un torpedo lanzado por Corea del Norte. Pyongyang negó toda implicación en el caso y pidió que sus propios inspectores revisen el caso.