El crecimiento global, sin duda alguna, es mediocre. Esta opinión compartida por analistas internacionales obliga a que ministros de Finanzas y Bancos Centrales de 188 países, incluida Venezuela, se reúnan en Washington. Un rápido resumen sería: la de Estados Unidos gotea arriba/abajo, la Eurozona parece recuperarse algo y para los países en desarrollo existe mucha incertidumbre. Podrán discutir, aprobar medidas, pero para el que suscribe ha sido el drástico cambio en el precio del petróleo (que ha ido bien para muchos y no para otros) dentro de una serie de circunstancias lo que provoca la gran inestabilidad mundial. Lo importante es que la mediocridad de esta situación no se convierta en algo permanente, anunciándose desde ahora que el precio del barril de crudo podría estar en el año 2016 entre 65 y 70 dólares.
Estadísticas señalan que la Eurozona creció durante 2014 alrededor de 0,9% y está combatiendo la caída de precios que podría causarle otra recesión. Otros predicen que la economía crecería casi tres y medio por ciento globalmente, bastante mas que en el 2014, pero dependiendo básicamente de Estados Unidos, donde un fuerte dólar, al contrario de lo que muchos alegan en nuestro país, está maltratando las exportaciones y permite al consumidor local mas dinero en efectivo para compras que no estaban en condiciones de hacer, antes de la caída del precio del crudo con el galón de gasolina casi a cuatro dólares, ahora por debajo de tres.
Por otro lado, si se debilitan otras monedas internacionales, forzosamente habrá menos efectivo para el consumo local; es decir, como antes se decía, lo uno o lo otro, dejando la vía libre para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) busquen dónde invertir y sacar el máximo provecho como siempre han acostumbrado. En la Ciencia Económica la recta, como respuesta, es difícil de encontrar.
Presentes van a estar en dichas reuniones los mencionados organismos financieros y otros tantos; de modo que, con cautela, se debe estar pendiente de sus ofertas y no caer en las mismas. Se recuerda la excelente medida tomada por el presidente Hugo Chávez, al comienzo de su gestión, de cancelarles toda la deuda venezolana y no depender mas financieramente de ellos. ¡Dios bendice nuestra bella Venezuela!