El vicepresidente Ejecutivo, Nicolás Maduro, aseveró que los crímenes cometidos por la derecha venezolana durante el Golpe de Estado del 11 de abril de 2002 deben ser castigados para que en el futuro no exista impunidad.
El alto funcionario sostuvo este jueves una reunión con las víctimas familiares y abogados en la sala de reuniones de La Caleta de Fuerte Tiuna (Caracas). Al concluir la misma, manifestó que quienes fueron agredidos por la policía Metropolitana de esa época deben ser reivindicados.
“Algunos de esos crímenes ya han sido castigados, pero seguimos exigiendo justicia por los crímenes gravísimos contra los derechos humanos para que no haya impunidad ni se reproduzcan en el futuro”, dijo durante una rueda de prensa.
Agregó que algunos quedaron con diferentes discapacidades físicas y psicológicas, y sólo se ha hecho justicia parcial con estos casos.
“Todavía hoy descubrimos la verdad de como se planificaron los asesinatos de los venezolanos el 11-A (…) Sentimos en las víctimas amor a la patria, porque son la secuela de las balas asesinas del 11-A”, asentó. Dijo que ellos tienen que recordar a la población venezolana y del mundo lo que es capaz de hacer la oligarquía junto al gobierno de Estados Unidos para justificar el derrocamiento de un Gobierno.
Nicolás Maduro reiteró el compromiso del Gobierno Bolivariano para continuar labor de difusión de estos hechos históricos para construir la paz en el futuro.
Finalmente, el vicepresidente pidió a las empresas privadas de comunicación que rompan el silencio y pongan fin a la censura y el veto que mantienen contra las víctimas del referido golpe de Estado. «Rompamos el silencio que pretenden imponernos» las empresas privadas de comunicación, enfatizó.
Por su parte, los familiares de las víctimas del 11-A y sus familiares rechazaron la solicitud de amnistía realizados por los abogados de Iván Simonovich, uno de los responsables de los asesinatos de Puente Llaguno, puesto que “su deuda con los fallecidos aún no ha sido cancelada”.