Cripto ataque

Camarada Llamarada

Por: Carolina Escarrá G.

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El 19 de marzo, un día antes de que culminara la preventa del petro, mientras en la Cumbre del G20 en Argentina se discutía el tema de la regulación de las criptomonedas, y luego de sendas cartas donde congresistas anticastristas y antichavistas del estado de Florida como el senador Bill Nelson le preguntaran a Mnuchin (secretario del Tesoro) “¿Qué está haciendo la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro para evitar que Maduro y otras entidades sancionadas eviten o socaven las sanciones de EEUU al usar o crear criptomonedas?”, entre otros muchos hechos relacionados como el anuncio de Rusia, Irán Turquía y otros países de seguir el ejemplo que Caracas dio; Trump emitió una nueva orden ejecutiva con nuevas sanciones hacia sus connacionales que pretendan hacer transacciones con petro, con la idea de frenar los intentos de Venezuela por evadir las sanciones unilaterales económicas y financieras impuestas por el autodenominado “gendarme necesario” y con la idea también de privar a Venezuela y a todo el mundo de una estructura que pueda sustituir la hegemonía del dólar y la arquitectura financiera montada sobre los organismos de Bretton Woods desde 1944 (BM, FMI, OMC).

Así, emitió una orden ejecutiva que establece en su sección 1 que “Todas las transacciones relacionadas con la provisión de financiamiento y otras transacciones por una persona de los Estados Unidos o dentro de los Estados Unidos, cualquier moneda digital o ficha digital, emitida por, para o en nombre del Gobierno de Venezuela a partir del 9 de enero de 2018, están prohibidos a partir de la fecha de vigencia de esta orden”, explicando más adelante que el Gobierno de Venezuela incluye cualquier agencia gubernamental incluyendo el Banco Central de Venezuela y Petróleos de Venezuela, SA (Pdvsa), además de cualquier persona que actúe en representación del Gobierno venezolano; lo que constituye sin duda, una violación a los derechos y a las libertades económicas de los estadounidenses, ya que en el numeral 5 y 6 dice que la reserva federal gringa (FED) puede confiscar esos bienes; pero que solo afectará a los gringos y a los que viven en EEUU, pues como lo dijo la propia FED, el petro, es un medio de intercambio que NO está sujeto a regulación de instituciones financieras dirigidas y controladas por EEUU.

En este sentido, además del rechazo de Venezuela, el relator independiente de la ONU Alfred De Zayas calificó las sanciones como delito de lesa humanidad que puede ser presentado ante el Tribunal Penal Internacional ya que violan el estatuto de Roma, y el presidente Maduro respondió diciendo que Trump tiene miedo y que “La luz del petro se colará por cada orificio de sus muros construidos de odio”.

Mientras EEUU continúe dando patadas de ahogado en su agonía prepotente, continuará siendo vencido por una Venezuela que profundiza como alternativa antiimperialista.

cescarragil@gmail.com
Caracas