El triunfo parlamentario de Cristina Fernández
en Argentina
provocó en los medios un silencio pánico.
También callan, omiten y censuran
la posición del expresidente Lula da Silva
en las encuestas.
Cuando los supremacistas de Trump
creían recuperado su “patio trasero”,
ocurre que no solo Venezuela se niega
a echarse en la alfombra y mover la colita
como les prometió Kuczynski.
Después de Macri y Temer, Latinoamérica
se convence de que la derecha salvaje
y perruna no es una opción.
Caracas
Earle Herrera
earlejh@hotmail.com