Cuatro personas perdieron la vida y miles abandonaron sus hogares en el norte de Filipinas debido a intensas lluvias, informaron este domingo autoridades nacionales.
Entre los muertos figura un recién nacido de seis meses que pereció sepultado por un corrimiento de tierra, indica el portal de noticias Channel New Asia. Las lluvias destruyeron los cultivos de la zona y conviertieron las carreteras en pantanos intransitables, situación que dificulta el envío de la ayuda prometida por el presidente Benigno Aquino.
Las autoridades agregaron que cerca de tres mil personas fueron realojadas en 23 albergues de emergencia construidos por el Gobierno. En total, cuatro mil 800 familias o 22 mil 730 personas se han visto afectadas por las lluvias, según datos del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo.
Los organismos de emergencia instaron a la población a permanecer en estado de alerta ante posibles inundaciones repentinas y aludes de tierra.
Según expertos en Meteorología cerca de 20 tifones llegan a Filipinas cada año durante la temporada lluviosa, que empieza en junio y concluye en noviembre.