Con más del 20 por ciento de su territorio ocupado por áreas protegidas, Cuba impulsa la labor de investigación, monitoreo, vigilancia y conservación en esos parajes naturales, donde convergen iniciativas locales y programas internacionales, explicaron hoy expertos.
Respaldado por un financiamiento de cinco millones de dólares, el proyecto Archipiélagos del sur, propició hasta ahora la realización de unas 26 expediciones marinas y el descubrimiento de más de 40 especies de peces, consideradas nuevos reportes para el mundo, declaró a Prensa Latina la Doctora en Ciencias Maritza García.
Como resultado de las pesquisas fue posible comprobar el estado de salud de los corales, los fondos y pastos marinos, así como de los manglares, suerte de barreras protectoras
Tales averiguaciones, respaldadas por el Fondo Global para el Medio Ambiente de Naciones Unidas, incluyen la observación y estudio de criaturas de gran valor como las tortugas y el manatí, precisó la Directora del Centro Nacional de Áreas Protegidas.
Según García otro de los proyectos de relevancia es el dedicado a investigar las especies exóticas invasoras -13 de la flora y 14 de la fauna-, con tres objetivos primordiales: erradicación, control y mitigación.
S.O.S pesca, en coordinación con una organización no gubernamental italiana, destaca igualmente por su impacto en el ámbito productivo y dentro de las comunidades costeras, añadió.
Se trata de una experiencia aplicada en dos playas del país, la cual pone su mirada en posibles daños derivados de los efectos del cambio climático.
De los 211 sitios de significación identificados como áreas protegidas, 120 están administrados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la Empresa de la Flora y la Fauna y otros organismos encargados de la preservación de ese patrimonio, explicó la ingeniera agrónoma.
Nuestro reto -dijo- es lograr administrar la totalidad de dichos lugares para contribuir a su protección.
La estudiosa adelantó que la Sierra de los ûrganos podría ser la séptima Reserva de la Biosfera declarada en Cuba y la segunda de la provincia de Pinar del Río -140 kilómetros al oeste de La Habana-, propuesta aún en fase de tramitación
Situada también en el extremo occidental de la nación, la península de Guanahacabibes posee igual título.