Por Gino González|Cultivar la dignidad (Opinión)

Retumban en la conciencia inmersos en la tiránica realidad frases de nuestro Libertador tales como “…Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla” y esta otra “…La independencia es el único bien que hemos logrado a costa de todo lo demás”. Ay, cariño…que aún no se haya cumplido la edad.

Siguen pasando los años / en el mismo desconcierto / se acumulan en la piel / pero no afectan al tiempo / el ocaso nunca llega / ni tampoco amanecemos / más allá del egoísmo / pa donde nos trajo el miedo.

La actualidad nos arremete con terribles evidencias.

Hoy después de tantos años / lo pienso y lo considero / el pobre no tiene nada / lo único que tenemos / son las manos pal trabajo / que le vendemos al dueño / nos reventamos el lomo / pa llena bolsillo ajeno

Eso es lo único que hemos hecho tomando en cuenta que no hemos construido nada a nuestro favor en lo productivo. Todo lo tiene la burguesía. El dulce, el pan, las herramientas, la manteca, la fiesta, la rueda, el fuego, la silla, los dioses…Controlan desde la industria hasta los afectos. Lo que comes, lo que usas y lo que esperas.

Del alimento han pretendido hasta adueñarse de la semilla y del agua. Que compres una fruta, pero que la semilla no puedas sembrarla porque no nace. Del agua vender hasta la lluvia. Del espíritu hasta la ociosidad ya forma parte de la cesta básica. Es decir, no solo les pertenece el aparato productivo sino los comportamientos que lo sostienen. Plusvalía material e ideológica, dijera Ludovico Silva.

¿Cómo nos constituimos diferentes al capitalismo sin un criterio del vivir que rompa con él?

Esta jauría que somos desde la más alta esfera hasta el Consejo Comunal más recóndito, no es casual. Qué puede esperarse cuando altos funcionarios encargados de la distribución alimentaria caen presos por ladrones y quienes tienen la responsabilidad de custodiar para que eso no suceda son los primeros mafiosos.

Pero qué hacemos, le entregamos el país a la burguesía, será posible que solo podamos vivir como esclavos.

Entre esas contradicciones, comprenderlas, asimilarlas, es que debemos insurgir como revolucionarios.

Estamos inmersos en una batalla decisiva en esta guerra y nuestra arma fundamental es la dignidad nacional. La dignidad no la vas encontrar en el mercado, ¡debemos cultivarla en colectivo!

@ginoesnu