Cultura es soberanía

POR: AURELIO GIL BEROES

_______________________________________________________________

La Revolución Bolivariana está amenazada por diversos factores y desde diferentes ángulos.

En el plano político, la derecha no desmaya en su afán de dar al traste con el Proyecto Histórico Bolivariano, y desde Washington planifica, financia y organiza toda clase de iniciativas con ese fin, para que aquí sus agentes, los partidos e individualidades que merodean en torno al cadáver de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), las desarrollen.

Así, mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordena medidas contra altos funcionarios del Gobierno, bloquea nuestro desempeño económico en el ámbito internacional, sabotea nuestros negocios, organiza grupos regionales de presión y hasta nos amenaza con una invasión militar, aquí en el país factores de la extrema derecha terrorista sabotean el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), afectan los servicios públicos, interfieren la distribución de alimentos y generan desasosiego en la población con el objetivo de desestabilizar al Gobierno y procurar su derrocamiento.

Todos estos ataques vulneran los intereses de la patria y apuntan a menoscabar la soberanía nacional, que no es otra cosa que la capacidad del Gobierno para ejercer su autoridad en el ámbito del territorio nacional, sin interferencia de otros gobiernos o sociedades.

El artículo 5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio por los órganos que ejercen el Poder Público.

Precisamente, el 30 de julio de 2016 fue electa la Asamblea Nacional Constituyente, máxima expresión política de la soberanía popular.

La soberanía, de acuerdo con Jean Bodin, teórico francés de finales del siglo XVI, es: “Absoluta, perpetua, indivisible, inalienable e imprescriptible” y, en nuestro caso, además, intransferible

Y es mucho lo que tiene que ver el tema de la cultura con la soberanía, porque la soberanía es el ser de la patria y este ser está constituido por lo que somos, por nuestra cultura.

La palabra cultura es de origen latino cultus que significa “cultivo” y a su vez se deriva de la palabra colere

Son muchas las definiciones de cultura; he aquí una:” Cultura es todo complejo que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no solo en la familia sino también al ser parte de una sociedad como miembro que es”.

Otra: «Conjunto de ideas, comportamientos, símbolos y prácticas sociales, aprendidos de generación en generación a través de la vida en sociedad. Sería el patrimonio social de la humanidad o, específicamente, el patrimonio social de un país.

La cultura es idiosincrasia: “Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad”, según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.

Pues bien, la cultura es esencia de la soberanía y todo lo que la afirme estará consolidando la soberanía.

De hecho, la soberanía es quizá más atacada hoy por ese flanco, el cultural, que por cualquier otro.

El neoliberalismo, corriente hegemónica del capitalismo, que persigue la postración ideológica y política de nuestros pueblos, se maneja con una serie de fórmulas y manipulaciones que, sustentadas en sus poderosos sistemas de información, provocan la abulia ideológica y generan un escenario que anula la reflexión política, alentando el apego del ser humano a la esfera de sus emociones más primarias, ámbito donde aquel encuentra una inagotable gama de recursos de maniobra.

Así, el neoliberalismo se entroniza sobre la confusión y el caos de las ideas, porque confundir es el objetivo. No interesa que el ciudadano discierna sino que actúe inducido.

De modo pues, que todo lo que hagamos afirmando y proyectando nuestra cultura, nuestro proyecto político, defendiendo nuestros valores, hábitos, costumbres, nuestro idioma y expresiones artísticas, consolidamos nuestra cultura y defendemos nuestra soberanía.

En el municipio Baruta del estado Miranda, funciona el Ateneo del Pueblo “Mario Briceño Iragorry, bajo el lema: ¡Cultura es Soberanía!