“Hemos comprobado el efecto protector de los extractos de fresas frente al daño que producen los rayos UVA en células de la piel”, explica a SINC Maurizio Battino, investigador de la Università Politecnica delle Marche (Italia) y autor principal de un estudio hispano-italiano. Los resultados se publican en el Journal of Agricultural Food Chemistry.
El equipo ha preparado cultivos de células dérmicas humanas (fibroblastos) y les ha aplicado distintas concentraciones de extracto de fresa (0,05, 0,25 y 0,5 mg/ml), salvo en uno de control. Después, mediante lámparas ultravioleta, se ha expuesto a las muestras a una dosis “equivalente a 90 minutos de sol tomado en verano a mediodía en la Riviera Francesa”.
Los datos confirman que el extracto de fresa –especialmente con 0,5 mg/ml– muestra una actividad fotoprotectora en los fibroblastos expuestos a radiación UVA, aumenta su supervivencia o viabilidad, y disminuye el daño en el ADN cuando se compara con las células control.
“Estos aspectos son muy importantes porque se trata de una acción protectora para líneas celulares sometidas a condiciones que pueden provocar cáncer y otras enfermedades inflamatorias y degenerativas de la piel humana”, destaca Battino.
El investigador reconoce que se trata de un “primer paso para determinar los efectos beneficiosos de las fresas a través de la dieta humana, o como posible fuente de compuestos para ‘integradores alimentarios’ o cosméticos, por ejemplo”.