La ciudad de Cusco, capital de la región peruana del mismo nombre en la que se encuentra la ciudadela inca Machu Picchu, quedó este martes virtualmente paralizada al iniciarse una huelga de 48 horas contra la construcción de la represa Majes-Siguas II, reseñó el portal web de La Radio del Sur.
La medida de fuerza fue acordada por un frente sindical con el objetivo de expresar solidaridad con la provincia cusqueña de Espinar, donde la represión de protestas contra la represa causó la semana pasada un muerto y 17 heridos.
Los habitantes de Espinar rechazan la licitación del proyecto Majes-Siguas II por considerar que el proceso fue irregular, sin estudios de impacto ambiental y porque, además, creen que los desabastecerá de agua.
Los viajes en tren desde Cusco, a 1.200 kilómetros de Lima, a Machu Picchu, el destino turístico principal del país, quedaron suspendidos desde este lunes.
El Gobierno del presidente Alan García otorgó la concesión para la construcción de la obra de irrigación en la región sureña de Arequipa, pero el juzgado de Wanchaq ordenó el lunes paralizar todas las acciones relacionadas con el proyecto.
Las tres empresas que explotan el servicio de trenes entre Cusco y Machu Picchu (Perurail, Incarail y Andean Railways) suspendieron sus labores ante el riesgo de problemas con manifestantes.
El lunes cientos de estudiantes y pobladores de Espinar tomaron la sede de la Universidad San Antonio Abad del Cusco y bloquearon el acceso a esa sede.
La huelga se inició en Espinar (200 kilómetros al sur de Cusco) hace 10 días y derivó el jueves pasado en choques entre pobladores y la policía antimotines que dejaron un manifestante muerto y 43 heridos (17 civiles y 26 policías).
Fuente/AVN