Por Pablo Fernández B|DDHH: la doble moral europea (Opinión)

Según una agencia de noticias internacional, en los próximos días los ministros de Exteriores de la Unión Europea harán un llamamiento a Venezuela para que “respete los derechos humanos y las libertades fundamentales en el país”. Este nuevo pronunciamiento, conformado a partir de informes falaces que circulan por el mundo, azuzados por las grandes corporaciones mediáticas y los actores políticos de la derecha criolla y extranjera, va en la misma línea de criminalización contra Venezuela que ya generó el Parlamento Europeo y llega en un momento en el cual las tensiones diplomáticas con el Gobierno derechista de Mariano Rajoy se encuentran en una nueva etapa.

A nadie debe asombrar que desde la Vieja Europa, sumida bajo la férrea bota de gobiernos conservadores en casi todos los países (de ultraderecha en algunos casos como España), se pronuncien contra la Revolución Bolivariana.

Lo que invita a la reflexión en todo caso es la doble moral de quienes lo hacen. Son esos mismos gobiernos europeos los que permiten los innumerables abusos por parte de sus policías, el maltrato sistemático a refugiados y la discriminación a minorías étnicas, la pauperización de amplios sectores de su población y el quite acelerado de derechos sociales que ya son hechos constantes y en franco agravamiento.

Ni que decir de España, donde el uso desproporcionado y brutal de la fuerza por la policía es la constante en la dispersión de las manifestaciones callejeras y ahora con más ahínco en los deleznables casos de desahucios. La xenofobia pulula en España (existen al menos 200 bandas neonazis en dicho país) y acaban de aprobar una ley (denominada socialmente como ley mordaza) que permite: 1. Devoluciones en caliente de inmigrantes ilegales en las zonas fronterizas con Marruecos. 2. Sanciones hasta con 600 mil euros a personas que participen en manifestaciones o reuniones no comunicadas. 3. Restricción de la actividad informativa, multando el uso no autorizado de imágenes o datos de autoridades y miembros de las fuerzas de seguridad. 4. Criminalización de la libertad de expresión en redes sociales, pues considera alteración las convocatorias de protestas por esa vía.

Así las cosas, la desfachatez vestida de gobierno se impone desde el Viejo Continente y hace punta de lanza desde la España neofranquista gobernada por el Partido Popular para atacar, una vez más, la tierra de Bolívar, liberada ayer y hoy de cualquier dominio imperial.

pabloefb@yahoo.com