Convertido en Septenio hemos llegado por fin al Decenio. Mucha gente no lo sabe pero estamos transitando por el Decenio Internacional de los Pueblos Afrodescendientes, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas por resolución 68/237 23 de diciembre de 2013, pautado para desarrollarse de 2015 a 2024 con el objeto de “fortalecer la cooperación nacional, regional e internacional en relación con el pleno disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos de las personas de ascendencia africana y su plena e igualitaria participación en todos los aspectos de la sociedad”.
El Decenio y su programa de acción representan otro paso en los esfuerzos de la ONU por restablecer la dignidad de las y los afrodescendientes y se extiende un exhorto a la aplicación efectiva de la Declaración y el Programa de Acción de Durban (2001) de acuerdo con la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965) como instrumentos internacionales para la eliminación del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia.
Bienvenida en nuestra República Bolivariana de Venezuela, la declaración formal del Decenio Internacional de las y los Afrodescendientes. Seguiremos trabajando nacional e internacionalmente por la justicia que nos merecemos, levantándonos por encima de nuestros cadáveres, bajo la guía de nuestros antepasados y sin recurrir a paternalismos sino dándole al cántaro hasta que reviente.
LOS CONDENADOS DE LA TIERRA
La Declaración de Durban reconoce que los africanos fueron víctimas de la esclavitud, la trata de esclavos y el colonialismo y que continúan siéndolo de sus consecuencias. Víctimas del racismo pero, como lo señala Fanon en su libro Los condenados de la tierra, la burguesía occidental, aunque fundamentalmente racista, consigue casi siempre disfrazar ese racismo multiplicando los matices. Es así como las y los excluidos se ven muchas veces ajenos a esa exclusión, no perturbados por la misma, no afectados, presas de una impotencia paralizante.
La ONU, quizás por las circunstancias y la presencia de personajes claves en momentos claves, enrumba de vez en cuando nuestro barco hacia la libertad y los condenados de la tierra, “los hijos de los derrotados de siempre” como dijo Chávez alguna vez, tenemos una nueva oportunidad de acceder al reconocimiento, a la justicia y al desarrollo, como reza el lema del Decenio, a seguir abonando en la tarea de recuperar nuestra dignidad, enfrentando la incomprensión de la misma gente que sufre la opresión bajo el espejismo de la ideología del mestizaje utilizada como uniformador de culturas a costa de la desaparición de todo aquello que no apunte a la occidentalización, a la moda alienante, al deber ser, por supuesto determinado por la cultura dominante.
Este año 2018 por el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, la ONU recuerda lo que todos sabemos: los derechos humanos son inherentes a todas las personas… “Aun así, el racismo, la xenofobia y la intolerancia son problemas comunes en todas las sociedades. De igual manera, las prácticas discriminatorias -dirigidas especialmente contra migrantes, refugiados y afrodescendientes- son frecuentes”. Léase bien: contra migrantes, refugiados y afrodescendientes.
EL CADÁVER MÁS RECIENTE
La muerte de Marielle resuena en nuestras almas, pero lejos de amilanarnos nos llena de fuerzas para seguir adelante. Marielle, la concejala, nuestra hermana de lo que hemos decidido sea Nuestra América, nuestra Patria Grande, ha sido víctima de un Estado machista que la condena por feminista, por mujer, por lesbiana; un Estado racista que no le perdona ser negra; un Estado burgués que la elimina por su origen miserable en las favelas de Río de Janeiro y por encarar su represión.
Marielle había recobrado el Ubuntu para sí, de palabra y de hecho…
EU SOU PORQUE NÓS SOMOS *
Yo soy porque nosotros somos. Es Ubuntu. Es nuestra ancestralidad africana. Marielle retomó las banderas del Ubuntu y las hizo suyas, se convirtió en un ser colectivo. Sacrificó su vida por defender los derechos de los demás. Porque si uno está mal todos estamos mal. La búsqueda del bienestar colectivo. Eso es Ubuntu.
Pero la dictadura del Temer la asesinó pretendiendo silenciarla.
Como si matándonos lograran consolidar su mundo de excluidos…
Como si matándonos silenciaran el clamor que los atormentará más allá de esta vida…
Ni muert@s les dejaremos el camino libre. Porque el camino de los asesinos de Marielle, es el camino de la injusticia, de la exclusión, del suplicio de los pobres, de la opresión racista y sexista, de la violencia política, de la eliminación física de los contrarios.
Marielle seguirá caminando con nosotras y nosotros. En colectivo con l@s que nos antecedieron. Porque están. Somos colectivo también con ellas y ellos. Seguiremos construyendo el camino de la paz y la justicia. El camino de la igualdad. Con nuestra ancestría, con nuestros héroes y heroínas, en Ubuntu, con Marielle…
Su voz de trenza insurgente seguirá siendo nuestra voz.
No podrán matarnos a tod@s
* Pronunciamiento del Colectivo
Trenzas Insurgentes, 15-3-2018